¿Qué debe cubrir un seguro de caza?
Disfrutar de una jornada de caza de manera tranquila y sin sobresaltos es algo a lo que aspiran todos los cazadores. Por regla general, suele ser así, pero no podemos obviar que esta afición conlleva una serie de riesgos y que puede ocasionar algún que otro problema. En una práctica que se desarrolla en la naturaleza y en la que intervienen armas de fuego y perros, se debe estar preparado por si algo falla, aunque no sea lo común. Firmar un seguro de responsabilidad civil para cazadores es algo que estos deben hacer antes de plantearse acudir a cualquier partida.
¿Es obligatorio contratar un seguro de responsabilidad civil para cazar?
Por ley, para practicar la caza, hay que acreditar el haber firmado un seguro de responsabilidad civil. Este hecho está tipificado en la Ley 1/1970 de Caza y su Reglamento. El objetivo de esta Ley es establecer el deber de contratar un seguro para asegurar que se repararán los daños causados a terceras personas por parte del asegurado durante el ejercicio de la caza. Este deber se actualizó con el Real Decreto 63/1994, de 21 de enero, que aprueba el Reglamento del Seguro de Responsabilidad Civil del Cazador.
Estas leyes y reglamentos, lo que pretenden es cubrir la obligación de indemnizar los perjuicios causados a las personas con ocasión del ejercicio de la caza. Hay que tener claro que una cacería implica ciertos riesgos por su propia naturaleza, desde caídas y accidentes a problemas causados con y por las armas de fuego o los perros que acompañan a los cazadores. Por esto, a todos aquellos que pretendan practicar la caza se les obliga a firmar una póliza de responsabilidad civil, haciéndose así responsable de los posibles perjuicios que pueda causar a otros en el ejercicio de su afición.
¿Es recomendable contratar coberturas opcionales?
Teniendo en cuenta todo lo anterior y aunque el cazador tenga experiencia y sea profesional, nunca sabemos cuándo se va a ver envuelto en una situación peliaguda. Cuanto más protegida esté la persona que decida acudir a una cacería, mayor tranquilidad para todos los participantes.
Desde Santalucía queremos cuidar de los aficionados a la caza para que durante todo el desarrollo de su actividad se encuentren cubiertos y protegidos, y lo hacemos ofreciendo los Seguros de Cazador, diseñados a la medida de sus necesidades.
El objetivo primordial son las coberturas obligatorias, que, como comentábamos antes, son aquellas que por ley se deben firmar antes de salir a cazar:
- Responsabilidad civil: Nos hacemos cargo de la defensa jurídica del cazador y del pago de las posibles indemnizaciones que le sean impuestas en caso de provocar daños a terceros.
- Reclamación de daños: si el asegurado es el que siente que ha sido perjudicado por otro en el ejercicio de la caza, el seguro cubrirá los gastos de la reclamación que se haga para solicitar indemnizaciones.
Queda claro que con estas dos coberturas, los cazadores quedan protegidos tanto en caso de ser los causantes de un perjuicio o las víctimas de él.
Una vez firmadas las dos coberturas obligatorias, recomendamos estudiar las coberturas opcionales, ya que en una cacería encontramos elementos susceptibles de causar algún tipo de problema que también deberían estar asegurados:
- Armas: Cubrimos robos en el campo o en los vehículos durante los desplazamientos para ir a cazar. Así mismo, asumiremos la pérdida total de la misma por explosión.
- Perros: Si los animales sufren algún tipo de accidente durante la jornada, los gastos veterinarios, por sacrificio y/o por eliminación de restos correrán a cargo del seguro.
- Accidentes corporales: Queremos proteger al asegurado en caso de accidente que pueda perjudicar a su integridad física, cubriendo los gastos médico-farmacéuticos y ofreciendo una indemnización en caso de muerte o invalidez permanente con motivo de la acción de cazar.
Los Seguros del Cazador de Santalucía están pensados para que los aficionados a la caza disfruten de la misma, con la tranquilidad de saber que están protegidos ante cualquier incidente que pueda surgir