Hoy, 28 de abril, se celebraba el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, una campaña internacional concebida para sensibilizar sobre la importancia de la seguridad y la prevención en el ámbito profesional. De acuerdo al último balance del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, solo en los dos primeros meses del año se registraron en España 88.957 accidentes laborales, de los cuales 85 de ellos fueron mortales.
De hecho, según estas cifras, la siniestralidad laboral sigue creciendo a un ritmo del 6% en nuestro país, después de haber aumentado un 5% durante el año pasado. Una tendencia en alza que resulta preocupante. ¿Cómo podemos mejorar la seguridad en el entorno del trabajo?
Concienciar a los trabajadores  
Son necesarias políticas e iniciativas que animen a los empleados a realizar sus tareas correctamente, cumpliendo con las normas de prevención de riesgos laborales, higiene y salud en el trabajo. Además, es recomendable crear un ambiente comunicativo y cooperativo para que los compañeros se comenten los fallos cometidos, en vez de ocultarlo, y construir conjuntamente un lugar de trabajo más seguro para todos.
Trabajar por un objetivo común 
De nada sirve fomentar una cultura de seguridad laboral entre los trabajadores, si los altos mandos no trabajan con el mismo objetivo, premiando los buenos comportamientos y corrigiendo las negligencias en este ámbito.
Implantar una cultura de seguridad laboral  
Aunque no es una tarea ni sencilla ni rápida, resulta imprescindible que los trabajadores interioricen los principios de seguridad y crean en ellos para que los pongan en práctica en su día a día. Para ello, hay que invertir en su formación, enseñarles los procedimientos a seguir en cada ámbito profesional y las buenas prácticas a adoptar.
Asimismo, la compañía debe dotar a su plantilla del material adecuado para desempeñar sus funciones (maquinaria, equipo, guías técnicas, dispositivos…) en un ambiente seguro y saludable. Una persona responsable de la PRL en la empresa será la encargada de controlar todos los procesos y buscar soluciones para minimizar los riesgos y puntos negros de las actividades laborales del equipo.
Contar con una cultura de seguridad laboral fuertemente enraizada en nuestra empresa no solo reducirá la siniestralidad profesional, sino que aumentará, al mismo tiempo, la eficiencia y competitividad de la compañía. No obstante, para conseguir esta meta todos debemos ser responsables de nuestras tareas diarias y velar por un ambiente de trabajo saludable, evitando descuidos y actos que pueden poner en peligro nuestra seguridad.