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Pensar en la muerte y todo lo que la rodea no es agradable. En ocasiones, constituye un tema tabú, lleno de miedo y supersticiones, que queremos eludir a toda costa. Sin embargo, se trata de una realidad que, tarde o temprano, nos guste o no, debemos asumir. Y mejor hacerlo con previsión para con nuestras familias.

Puede sonar a tópico, pero no por ello es menos cierto: morirse no es barato. A la pena, dolor e importante carga emocional que supone el fallecimiento de una persona, se suma el considerable desembolso económico que puede representar para familiares y seres queridos llegado tan trascendental momento.

¿Sabes realmente cuánto cuesta un entierro en España? ¿Qué factores determinan el precio total de un sepelio? ¿Cuál es la diferencia entre contar con un seguro de decesos y afrontar un óbito sin estar cubierto por una póliza de defunción? Te lo contamos a continuación.

Importantes diferencias territoriales

A pesar de que los seguros de decesos están concebidos para evitar importantes gastos económicos y administrativos en instantes tan delicados, muchas personas no se decantan por esta opción. De ahí su interés por saber cuánto cuesta un entierro.

Los servicios funerarios están muy expuestos a la ley de la oferta y la demanda: la amplia liberalización del sector y la baja competencia en algunas localidades motivan importantes variaciones del precio del sepelio en función del lugar y la gama de servicios suscritos. Con diferencias muy notables en algunos casos.

Así, por ejemplo, Girona, Madrid y Barcelona lideran, según el estudio '¿Quién paga más por la muerte en España?' elaborado por UNESPA, la patronal del sector asegurador, el ranking de provincias donde resulta más caro fallecer, con costes del 29,2%, un 27,4% y el 20,8%, respectivamente, superiores al conjunto del país. En el lado contrario se sitúan Zamora (-39,7%), Santa Cruz de Tenerife (-36,2%) y Palencia (-29,7%).

Por su parte, teniendo en cuenta los municipios españoles con más de 250.000 habitantes, Madrid, Vigo y Valencia son las ciudades donde fenecer resulta más costoso. Bilbao, Murcia, Zaragoza son, por su parte, las plazas donde un entierro cuesta menos que en el conjunto de país.

¿Cuál es el precio ‘real’ de un entierro sin seguro?

Como punto de partida, es importante remarcar que, en nuestro país, no es obligatorio contar con un seguro de decesos. Aunque si representa una opción muy interesante y recomendable. ¿Uno de los motivos para contar con esta garantía? En el caso de que una persona perezca sin tener contratada una póliza de defunción, los gastos derivados del funeral y el sepelio recaen directamente sobre sus seres queridos.

El Código Civil (artículo 1.894) es muy claro al respecto: “Los gastos funerarios proporcionados a la calidad de la persona y a los usos de la localidad deberán ser satisfechos, aunque el difunto no hubiese dejado bienes, por aquellos que en vida habrían tenido la obligación de alimentarle”.

Otra cosa muy distinta es el supuesto en el que nadie reclame el cadáver o si la persona fallecida no tiene familiares. En este caso, las autoridades municipales se responsabilizarán del entierro, asumiendo su coste y pudiendo tratar de cobrar la cantidad sufragada de los bienes del fenecido o reclamar los gastos a los herederos si los hubiera.

En España, el precio de un entierro sin seguro oscila, aproximadamente, entre 3.500 y 6.500 euros, siempre en función del lugar (no es lo mismo un sepelio en una ciudad o capital de provincia que en un pueblo) y el tipo de servicio a contratar. Un coste que podría dispararse en caso de tener que sumar, por ejemplo, una repatriación, elevando el coste en hasta 6.000 euros adicionales.  

En un reciente análisis, la OCU cifra la factura media de un entierro sencillo, estándar, “digno, sin lujos ni grandes extras”, en 3.739 euros, mientras que la incineración, un servicio funerario con cremación, ascendería a 3.617 euros. Poca diferencia, pues, entre ambas modalidades. Eso sí, contemplando grandes variaciones entre ciudades y municipios a lo largo y ancho de toda la geografía nacional.

De este modo, difiere sensiblemente la cantidad que se puede pagar, por ejemplo, en Vigo (6.165 euros) o en Zaragoza (2.539 euros) por un entierro. Más del doble. Del mismo modo, conviene remarcar las diferencias palpables dentro de una misma urbe, en especial en grandes plazas como Madrid (en la horquilla entre 4.426 y 6.384 euros) o la Ciudad Condal Barcelona (de 2.378 a 5.100 euros).

No obstante, resulta complicado fijar una cifra exacta para el precio de un sepelio, habida cuenta de la amplia gama de servicios extra susceptibles de contratar. Así, para saber con mayor certeza a cuánto asciende la factura de un entierro, podemos enumerar y desglosar una serie de conceptos o partidas básicas a cubrir (ataúd, tanatorio, coche fúnebre, entierro o incineración, las flores y esquelas, la lápida, el nicho, las tasas, certificados de defunción y gestiones administrativas, etc.), que varían entre funerarias y que, finalmente, determinarán el coste final.

Conceptos imprescindibles en un servicio funerario

Un servicio funerario obligatorio estándar incluye, por regla general, el féretro, el tratamiento higiénico, estético y sanitario del difunto, una sala de tanatorio y/o velatorio, su traslado, un servicio de despedida, el coste del cementerio o de la incineración, así como la tramitación de los documentos de defunción. A partir de aquí, se pueden suscribir innumerables servicios extras que no harán sino incrementar exponencialmente la factura.

Desglosando grosso modo estos conceptos esenciales, encontramos:

Ataúd

De los costes del servicio funerario, el féretro es el más caro: la media de un modelo ronda los 1.200 euros. Se trata, sin duda, de una partida que puede cambiar el montante total de un entierro, ya que, dependiendo del material con el que se construye (calidad, diseño, tipo de madera, etc.) puede conllevar un aumento relevante. En caso de cremación del fallecido, es igualmente obligatorio comprar el ataúd.

Tanatorio

Es muy importante encontrar un lugar cómodo donde familiares y amigos pueden recibir a todos aquellos que acuden a dar el pésame y despedir a su ser querido. Debemos tener en cuenta que el coste puede variar, en función de los extras incluidos en el velatorio, lugar, etc. La OCU fija en 546 euros el precio del alquiler de estas instalaciones por un periodo de 24 horas.

Cementerio

La inhumación y las tasas por el alquiler de un espacio para depositar los restos en caso de no poseer tumba, nicho o panteón familiar pueden representar hasta 650 euros de media. El precio de la lápida ronda los 500 euros, en función de su diseño, materiales, etc. Por su parte, el coste medio de la incineración llega a 547 euros, variable dependiendo de la urna elegida. El columbario (nicho donde se guardan las urnas cinerarias) puede representar 300 euros adicionales.

Coche fúnebre

Vehículo con el que cubrir el traslado entre el velatorio y el lugar del entierro. El coste medio de un servicio necesario para poder realizar el sepelio se sitúa en 211 euros.

Esquela y coronas funerarias

Estos gastos parecen insignificantes, pero, a la hora de tramitar un entierro, es indispensable tenerlos en cuenta. Con la esquela -a partir de 120 euros- podrás compartir tu pésame y, además, avisar del lugar, fecha y hora del sepelio. Es muy frecuente este tipo de comunicados en pueblos y ciudades pequeñas. Además, las flores son un obsequio que, tradicionalmente, se ofrece en estas situaciones, como prueba del cariño hacia el fallecido. El precio de partida de una corona media puede superar los 100 euros.

Trámites administrativos y documentación pertinente

El certificado médico de defunción, de últimas voluntades, inscripción de la defunción en el Registro Civil… conllevan el pago de tasas que pueden rebasar los 150 euros.

Gastos complementarios

A estos elementos básicos se pueden sumar diversos extras por requerimiento directo de los familiares, como pueden ser, entre otros, los servicios musicales y de catering, proyecciones multimedia, etc.

Tranquilidad asegurada

Ahora que sabemos cuánto cuesta un entierro aproximadamente, es fácil comprender por qué tantos españoles contratan un seguro de decesos. En situaciones tan delicadas, necesitamos una ayuda eficaz. Evitar imprevistos y que alguien asuma, por un lado, todos los gastos del entierro y, por otro, realice las gestiones en momentos tan duros como un fallecimiento.

Generalmente, este tipo de seguros de defunción -un producto con un elevado nivel de contratación en nuestro país- engloba una serie de coberturas básicas incluidas en la póliza (y ampliables mediante la contratación de garantías opcionales), que harán que te puedas despedir de esa persona con tus seres queridos sin preocuparte de nada más.

Y es aquí, precisamente, donde radica parte de la importancia del seguro de decesos. Más allá de la faceta meramente económica, una póliza de estas características supone un plus de tranquilidad, de sosiego para el grupo familiar, evitando que tengan que encargarse de los trámites que implica un funeral -con el consiguiente desgaste mental- en un momento tan difícil.

 

Desde Santalucía te ayudamos a calcular cuánto cuesta tu seguro de decesos. Si quieres informarte de nuestras modalidades de seguros de asistencia familiar, conocer y comparar qué prima y garantías son las que más se ajustan a tus circunstancias vitales, puedes contactar con nosotros o visitar nuestra página web.

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