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Has conseguido llegar con los niños a la clase de guitarra de la niña y a la de francés del pequeño. Vuelves a casa para aprovechar la hora y media que te queda antes de recogerles para revisar el informe que hay que entregar mañana. Cuando te sientas delante del ordenador te das cuentas de que no tienes tus gafas. Te levantas, las buscas y no las encuentras, abres hasta la nevera para ver si las has dejado ahí. Te das cuenta de que tienes que hacer la compra, empiezas a encargarla en el móvil cuando salta un mensaje de tu mujer en el que te pide que llames a unos amigos para confirmar la cena del fin de semana. Cuando te pones a hacerlo te fijas en que los niños han dejado la ropa tirada y… en ese momento te das cuentas de que tienes que salir para recoger a tus descendientes… Y así continuamente…. Y las gafas sin aparecer. Tal vez si pudieses organizar tu tiempo todo iría mejor. Intentaremos ayudar con estos sencillos consejos.

¿Cómo hacemos para organizar mejor nuestro tiempo?
El tiempo es el que es, no podemos alargarlo ni manejarlo a nuestra manera, acelerándolo en ciertos momentos y parándolo en otros. Lo único que podemos hacer es organizarnos para aprovecharlo al máximo.

  • Lo primero a lo que tenemos que enfrentarnos es un análisis realista sobre cómo nos organizamos actualmente, cómo distribuimos nuestro tiempo y en qué consideramos que lo perdemos.
  • Planificar siempre es bueno. Está claro que a casi todos nos encantaría disfrutar de una vida de aventuras, dejar que el día al día nos sorprenda… pero a veces, demasiadas sorpresas nos pueden enloquecer, ¿verdad? Para los temas importantes y las tareas ineludibles, lo mejor es contar con una agenda y revisarla a lo largo del día para ver si vamos cumpliendo con nuestros objetivos.
  • Calcular los tiempos y ser realistas: No subestimar el tiempo que tardamos en hacer cada una de las actividades de nuestra vida. Si alguna de ellas nos va a llevar 15 minutos, calcular 10 más por si acaso, por todos los imprevistos que pueden surgir. Más vale pasarse que no llegar, en estos casos.
  • No saturar el día, lo de ser realista vale para este apartado también. No somos Superman ni Superwoman. Establecer hasta dónde podemos llegar y dejar huecos para los imprevistos que puedan aparecer a lo largo del día. Si no llegamos a algo imposible de anular, buscar ayuda no nos hace menos fuerte, nos hace más prácticos
  • Hacer listas: a muchas personas les funciona escribir lo que tienen que hacer e ir tachándolo de la lista según lo van haciendo. Supone una motivación el ir consiguiendo cerrar temas.
  • Aprender a decir NO: volvemos al tema de que no tenemos súper poderes, así que en ocasiones hay que tener claro que no llegamos a todos y en algún lugar hay que parar.
  • Intentar no distraerse: buscar técnicas para concentrarse. Hay a quien le va bien trabajar con música y otros no pueden hacerlo. Tenemos que buscar nuestros métodos.

Con un poco de planificación y tranquilidad, podemos conseguir incluso encontrar algo de tiempo para nosotros mismos, nuestros hobbies y diversión. A propósito, antes de irnos, las gafas las llevas puestas a modo de diadema sobre la cabeza. ¡De nada!

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