Área privada

¿Eres de los que limpian el horno después de cada uso? Lo suyo sería que así se hiciera, pero lo habitual es utilizarlo unas cuantas veces antes de limpiarlo.
Si el interior del horno no se limpia habitualmente, la suciedad tiende a incrustarse y se vuelve más complicada de quitar.

Cómo limpiar el horno

Lo recomendable, como decíamos antes, sería limpiar el horno después de cada uso. Aprovecha antes de que se enfríe por completo para limpiarlo con un lavavajillas y un estropajo normal.
Si en tu caso no sueles limpiar el horno cada vez que lo utilizas, vamos a contarte algunos trucos para ayudarte a quitar la suciedad más fácilmente.
Lo primero es hacer una limpieza por encima. Como harías después de cada uso, pasa un estropajo con jabón por su interior y acláralo con una bayeta o papel de cocina. Con esta primera parte, se pretende quitar la suciedad más visible.
Una vez hecha esta parte, se pasa a realizar una limpieza más profunda. Existen diferentes trucos para extraer toda la suciedad del interior y dejar el horno como nuevo.
Un truco casero consiste en utilizar bicarbonato de sodio y agua. Con esta mezcla se crea una pasta que se debe echar por todo el horno para desincrustar la suciedad. Posteriormente, se enciende el horno durante una media hora y se deja que caliente. Después de dejar actuar la pasta durante una hora aproximadamente, se limpia con un paño empapado en vinagre.
Otra manera de limpiar el horno, sin utilizar productos químicos, es con vinagre. Se realiza una mezcla de vinagre con bicarbonato de sodio que se vierte en un pulverizador. Esta mezcla se debe rociar por todo el horno. Una vez hecho esto, se enciende el horno durante 10 minutos para que caliente, una vez enfríe, se eliminan los restos con una bayeta húmeda
Estos dos remedios caseros eliminan tanto la suciedad como los gérmenes, además de ser un truco muy económico y fácil de realizar.
¿Nos ponemos manos a la obra?

Beneficios de tener plantas en tu hogar
Infografía: app iHogar