Área privada

Tanto si vives solo como con más gente, pero sobre todo lo segundo, es muy importante que organices bien las tareas del hogar para que no te lleven más tiempo del deseado y no te suponga un suplicio cada vez que te pongas a ello.

Calendarizarse

Lo primero y principal es que te organices. Una buena planificación conseguirá que no pierdas demasiado tiempo al realizar estas tareas y te dará la sensación de que la casa está más limpia.
Para ello, puedes empezar por catalogar las tareas y dividirlas en tareas diarias, semanales y mensuales. Un ejemplo de este tipo de tareas son:

  • Diarias: fregar los platos, hacer la cama, recoger…
  • Semanales: limpiar la cocina, los baños, quitar el polvo, pasar el aspirador…
  • Mensuales: limpiar la campana de la cocina, los cristales, la nevera, las baldosas del baño y de la cocina, etc.

Una vez que las tengas bien dividas, elige un día para realizar las semanales y las mensuales. De esta manera, no pensarás que te pasas el día limpiando y no se acumularán las tareas al ir quitando día a día algunas de ellas.  
Si tienes que modificar las tareas, adelante, pero no lo pospongas demasiado o terminarás acumulando las tareas diarias con las semanales.
Si vives solo, no te quedará más remedio que realizar todas las tareas tú mismo. Pero también, cuentas con la ventaja de que solo hay una persona que manche y desordene, tú. Si vives con más gente, lo ideal es poner un orden a las tareas y asignarlas. Las tareas pueden ir variando, una semana limpias el baño, la siguiente la cocina; pero también, puedes asignar tareas fijas si a uno le gusta fregar los platos y a otro planchar. Eso será cuestión de hablarlo y repartirlo.
Esta repartición de tareas por personas y días, tendrá que estar en un lugar visible de la casa. Que todo el mundo pueda verlo en cualquier momento, para que no haya ningún despistado.
Además de las tareas del hogar, también puedes organizar las comidas. Tómate tu tiempo para pensar en el menú semanal y hacer la compra en función de las necesidades diarias. De esta manera conseguirás ahorrar tiempo y dinero.

Otro truco

Otro hábito que comparten las personas organizadas es que todos los días mientras hacen otra cosa, recogen algo. Por ejemplo, si has dejado ropa en el salón, aprovecha que vas a la habitación para llevar la ropa y colocarla en su sitio.
Cuanto menos desordenes cada día, menos tendrás que recoger cuando te toque.  Otra manera de organizarte, si necesitas una ayudita extra, es con una aplicación. Sí, has leído bien. Ahora mismo tienes a tu disposición, aplicaciones móviles para casi todo y para la organización de la limpieza no podía ser menos.
¡Manos a la obra! Ha llegado el momento de planificar y repartir las tareas.

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