Con agosto terminando, llega el momento de ponerse a pensar en la vuelta a la rutina de toda la familia, sobre todo, la de los más pequeños. Iniciar un nuevo curso escolar, volver a cumplir con los horarios de comidas y sueño, y de las actividades extraescolares. Es la tónica habitual de todas las familias en el mes de septiembre. Después de unos meses sin horarios y casi sin obligaciones, los más pequeños deben saber que la vuelta al cole está cada vez más cerca, pero sobre todo, que comienza un año nuevo lleno de retos, compañeros y aventuras. Nada de lamentos por empezar al cole, hay que motivarlos para que comiencen el nuevo curso llenos de ilusión.

Para que el cambio no sea demasiado complicado y los niños acepten de buena gana dejar de ir a la playa, a la piscina, trasnochar, comer fuera y de jugar todo el día, hay que ir haciendo un cambio de costumbres de manera progresiva. Para ayudarte, te damos unos sencillos consejos que podrás aplicar con tu hijo:

• Cambios de manera progresiva. Intenta que el cambio no se produzca de un día para otro, sino que se vaya normalizando de nuevo las rutinas poco a poco. Vete ajustando cada día los horarios de acostarse y levantarse, así como el de las comidas.
•  Prepara el material escolar. Libros de texto, libretas, uniformes y todo lo que vaya a necesitar. En la mayoría de los colegios te dan una lista del material que va a necesitar el niño durante el próximo año. No lo dejes para última hora y vete comprando poco a poco todo lo necesario. Para ir mentalizando al pequeño de la vuelta al cole, puedes ir con él a realizar todas las compras de material escolar, así se implicará en la nueva etapa que viene desde el principio.
• Retomar una alimentación más saludable. En verano todo el mundo levanta la mano con la alimentación y es normal. Estamos de vacaciones, comemos más veces fuera de casa y no nos preocupamos de los horarios porque tenemos todo el tiempo del mundo. Así que, una buena forma de ir adaptando a los más pequeños a la rutina es con la alimentación. Poco a poco vuelve a normalizar los horarios de las comidas y el tipo de alimento. Esto, sobre todo, le vendrá muy bien si se queda en el comedor y tiene que volver a comer de todo.
• Hablar con él del colegio. Preguntarle por los compañeros y los maestros puede ser una buena manera de ir introduciendo a los niños en la rutina del colegio. Seguro que más de uno tiene ganas de volver a ver a sus amigos y jugar con ellos. Además, es el comienzo de un nuevo año con muchos cambios y actividades nuevas que puede comenzar.

Como ya te dijimos antes, lo más importante es que vayas poco a poco y la vuelta no sea de golpe. Ni para el niño, ni para ti. Como dice el refrán: “las cosas de Palacio, van despacio”.