Aunque para la mayoría de nosotros las fiestas navideñas supongan una época de ilusión y alegría, para nuestras mascotas podría convertirse en todo lo contrario. Resulta bastante habitual que durante los días que dura la Navidad aumente el número de emergencias médicas veterinarias por problemas de indigestión o accidentes con nuestros amigos más queridos. La salud de nuestras mascotas podría verse afectada más de lo que creemos durante esta época, por eso debemos aumentar su cuidado durante los últimos días del año.

Comer las sobras de los banquetes navideños o estresarse por la cantidad de gente y el ruido concentrado en un espacio tan pequeño como el comedor de una casa, son solo algunas de las cosas que podrían hacer que nuestros animales tuvieran que hacer una visita al veterinario. Para evitarlo, ofrecemos una serie de prácticos consejos para la alimentación de tu mascota que harán que nuestros animales de compañía también disfruten de la Navidad como se merecen.

Cuidado con su alimentación

Durante estos días, es frecuente que nuestras mascotas se sientan atraídas a pasar una y otra vez por nuestra cocina ante la gran cantidad de comida que se cocina. Sin embargo, debemos ser cautos y no darles ningún alimento que pueda hacerles sentir mal, que no toleren o que no sea recomendado para su dieta. Por ello, debemos evitar a toda costa darles los restos de cualquier comida, por mucha que haya sobrado.

Ellos ya cuentan con snacks específicos para estas fiestas como chucherías y dulces de alta calidad aptos para animales que podemos encontrar en cualquier tienda especializada. De esta manera, nuestras mascotas podrán acompañarnos en las cenas navideñas sin ver comprometida su salud. A continuación, presentamos una lista de los alimentos que no podemos ofrecerles ya que son nocivos para su organismo.

Los alimentos prohibidos

Alcohol 

Aparte de ser perjudicial para las personas si se consume en grandes cantidades, para nuestras mascotas podría ser mortal ya que podría dañarles el hígado y el cerebro, incluso en dosis mínimas.

Marisco 

Se trata de uno de los alimentos más consumidos en Navidad, sin embargo, debemos evitar que nuestras mascotas lo prueben ya que su consumo puede acarrearles problemas digestivos como vómitos, estreñimiento o diarreas. Estos síntomas son producidos por la quitina, una sustancia presente en el marisco y otros alimentos como las setas que los animales domésticos no suelen digerir muy bien.

Chocolate 

Es uno de los alimentos que con más frecuencia solemos consumir y también ofrecer a nuestras mascotas. Sin embargo, debemos saber que el chocolate contiene una sustancia llamada teobromina, que puede provocar altos niveles de toxicidad en el organismo de los animales que la consuman.

Uvas y pasas 

¿Quién no ha despedido el año comiéndose las 12 uvas al ritmo de las campanadas? Estos alimentos son un clásico en las mesas navideñas, sobre todo el día 31 pero ¡cuidado! Debemos evitar que nuestras mascotas coman ese tipo de fruta. Aunque no siempre es así, suele ser habitual que el consumo de uvas y pasas provoque en los animales mareos, vómitos o diarrea.

Café y té  

Este tipo de bebidas estimulantes pueden provocar que nuestras mascotas sufran temblores, aceleración del ritmo cardíaco o respiración acelerada. En los casos más extremos y de consumo excesivo podría llegar a producirles la muerte.

Ajo y cebolla 

Estos alimentos contienen tiosulfato, un compuesto que si es ingerido por nuestras mascotas podría producirles serios problemas respiratorios y digestivos.

Sabemos lo importante que es compartir estos días especiales también con nuestras mascotas. Sin embargo, debemos ser prudentes y cautos con su alimentación. Lo más importante será no ofrecerles los restos o el sobrante de las comidas navideñas y avisar al resto de invitados que no le ofrezcan ningún tipo de comida sin nuestra supervisión. Solamente si tenemos claro que estas comidas no contienen ninguno de los alimentos de la lista anterior podremos dárselas a nuestros animales.

La mejor forma de cuidar a nuestras mascotas es alejarla de los excesos navideños y, si notamos cualquier síntoma, acudir con rapidez a un veterinario.