En la vida siempre hay dos grupos y tienes que elegir: ¿mar o montaña? ¿invierno o verano? ¿refresco de naranja o de limón? ¿ciudad o campo? Y, como no, ¿gato o perro? En este post abordamos esta última disyuntiva en materia de mascotas.

Muchos son los motivos que diferencian a estos dos tipos de personas: los amantes de los felinos vs los compañeros del mejor amigo del hombre. Pero ¿por qué te gusta uno u otro? ¿qué hace que prefieras un animal frente a otro? Vamos a ver alguno de los motivos por los que se elige uno u otro animal.

El lindo gatito

Los gatos son animales independientes y de costumbres. Por su naturaleza no es un animal social en estado salvaje. Pero, al igual que las personas, cada felino posee una personalidad que marca su comportamiento y su relación con el entorno. Los hay más sociables, más miedosos, nerviosos e incluso más agresivos.

Un motivo de peso por el que muchas personas escogen tener un gato como mascota es su independencia, ya que se trata de animales muy limpios y que no necesitan atención las 24 horas. 

Además, tener un gato como animal de compañía es beneficioso para la salud de las personas. Según un estudio de Cats Protection, el 87 % de los propietarios afirma que poseer un pequeño felino como mascota aporta un impacto positivo en su bienestar.  

El mejor amigo del hombre

El perro es, por antonomasia, el mejor amigo del hombre. Con una gran capacidad para entender las emociones humanas, se trata, además, de la mascota más habitual en las casas y el compañero que todos los niños quieren tener.

Contar con un perro como mascota tiene diversos beneficios para nuestra salud. Por ejemplo, ayuda a combatir la depresión, ya que se puede interactuar con él y aminora la sensación de soledad, sobre todo en personas que viven solas.

Otro beneficio capital: aporta felicidad, al tiempo que disminuye la ansiedad y ayuda a las personas con enfermedades en diferentes terapias.

Y ¿tú de quién eres? ¿eres más de gato o de perro? Si después de leer este artículo estás planteándote el tener una mascota, piensa en tus hábitos diarios y que animal puede encajar mejor con tu estilo de vida. ¡Ah! Y olvídate de los estereotipos de cada animal, como en las personas, no siempre aciertan.