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Mucho se habla sobre los efectos negativos de las ondas del teléfono móvil, pero ¿sabes realmente cuáles son sus efectos o si tiene otros? Hoy vamos a intentar indagar un poco más sobre este tema. ¡Adelante!

Que levante la mano la persona que no tenga o utilice un móvil. ¿Alguno? Lo cierto es que cada vez es más complicado encontrar una persona que no tenga algún tipo de smartphone. De hecho, según un estudio de Statista el número de usuarios de teléfonos inteligentes a nivel mundial supera los 3.000 millones y en España este dispositivo es el más utilizado para acceder a Internet por un 94,6 % de los españoles. Si nos centramos en los jóvenes de nuestro país, el 100 % de ellos posee uno y el 99 % lo utiliza a diario.

Con estos datos no se puede negar que en nuestro país se utiliza bastante este dispositivo, por lo que conocer los efectos que pueden llegar a tener en nuestra salud a largo plazo se vuelve primordial.

  • Aumenta los niveles de estrés. Estar constantemente escuchando el sonido de los mensajes de WhatsApp, las llamadas, los correos nuevos o cualquier aviso de las decenas de aplicaciones que tenemos en el móvil puede llegar a provocar nerviosismo y estrés.
  • Problemas para conciliar el sueño. Si al estrés que puede provocar le sumas que lo último que ves antes de acostarte es el smartphone con su luz brillante… tendrás problemas para conciliar el sueño al instante. Y es que las luces de los móviles pueden alterar nuestros biorritmos y provocar trastornos en el sueño y en el descanso.
  • Problemas de visión. Una de las consecuencias negativas de la era digital que vivimos es la aparición de nuevas enfermedades derivadas de estos avances, entre estas se encuentra la fatiga visual digital. Esta dolencia es fruto del esfuerzo del ojo por leer en  una pantalla pequeña. Además, la luz LED puede producir daños en los ojos.
  • Dolores. El uso constante de los teléfonos móviles provoca daños en las articulaciones, sobre todo de la mano. También puede llegar a producir problemas en el cuello y en la zona superior de la espalda.

Decálogo del buen uso

Si quieres que los efectos negativos del móvil te afecten lo menos posible, puedes llevar a cabo una serie de prácticas para minimizarlos, como por ejemplo:

  • Desconecta. Es algo sencillo y eficaz. El móvil no tiene que ser una prolongación de tu mano, ni tú tienes estar conectado las 24 horas del día. Tómate tiempo para ti y apaga u olvídate del móvil durante un rato; los niveles de estrés te lo agradecerán.
  • Limpia el teléfono. Es una práctica que no solemos llevar a cabo, pero tienes que saber que el móvil suele ser portador de muchos gérmenes que luego nos los trasladamos a la cara o a las manos. Límpialo de vez en cuando y mantén tu sistema inmune un poco más libre de virus.
  • Vigila tu postura. Cuando estés pegado al teléfono, vigila la postura que adoptas e intenta corregirla para prevenir dolores.
  • Dormir sin móvil. Antes de irte a la cama no utilices el smartphone para ayudarte a conciliar el sueño y disminuir los niveles de estrés. Si puedes, no uses el móvil como despertador para no tenerlo en la misma habitación y así evitar que las alertas nos despierten con el ruido o la luz que emiten.

Hoy es un buen momento para poner en práctica estos consejos y ayudar a nuestro organismo a estar más sano. ¿Comenzamos?

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