Si te gusta practicar deporte durante todo el año, sabrás que en verano debes prestar especial atención. Para ello, sigue las recomendaciones que te vamos a dar, seguro que tu cuerpo nos lo agradecerá.
La semana pasada, ya te explicamos cómo afecta el calor a tu cuerpo y las consecuencias que tiene sobre él un exceso de calor. Recuerda que es tu propio cuerpo el encargado de regular la temperatura corporal y que si ésta supera los 38 grados es más probable que sufras calambres musculares, vahídos o incluso un golpe de calor.
Para evitar sufrir un golpe de calor practicando deporte, te vamos a dar unos consejos y así no tendrás que dejar tu actividad física de lado por el calor.
Lo primero es evitar las horas centrales del día. Es más que recomendable que de 12:00 a 16:00 no realices ningún tipo de actividad física al aire libre. Durante estas horas, las temperaturas son más elevadas y a tu cuerpo le costará más regular la temperatura.
Hidratarse bien es un básico para realizar deporte, pero mucho más en verano. Con el calor nuestro cuerpo suda más para así poder regular la temperatura corporal. Debido a esto, pierde más líquidos y necesitas recuperarlos. Lo ideal es beber 2 litros de agua al día.
Practicar deportes acuáticos durante esta época te ayudará a regular la temperatura corporal más fácilmente. En cambio, es recomendable que evites deportes de resistencia de larga duración, ya que aumentarás la exposición de tu cuerpo al calor y aumentarás el riesgo de padecer un golpe de calor. Para esta época del año, decántate por deportes de corta duración y acuáticos.
Con estos consejos te resultará más fácil seguir practicando deporte durante el verano sin riesgos a sufrir un golpe de calor. Es importante también que realices chequeos médicos y que durante estos meses escuches a tu cuerpo. Si comienzas a sentir algún síntoma como mareos o dolor de cabeza, se cuidadoso, ya que son los primeros síntomas de un golpe de calor. Baja la temperatura de tu cuerpo bebiendo agua y refrescándote, y si ves que continuas igual acude al médico o llama a emergencias.
Recuerda nuestro lema ‘Prevenir antes que curar’