Corregir la postura corporal
Mantener una postura correcta no solo te beneficia a nivel estético, sino que mejora tu salud. Una buena posición es esencial para disminuir los dolores de espalda y cuello.
Si somos capaces de corregir la postura corporal y conseguimos alinear nuestro cuerpo podremos prevenir los desgarros musculares y la fatiga, manteniendo los huesos y ligamentos perfectamente alineados para que trabajen de manera efectiva.
Cómo corregir la postura
El ritmo de vida cada vez más sedentario provoca que poco a poco nuestra postura corporal vaya empeorando. La falta de ejercicio físico y la cantidad de horas que nos pasamos sentados se refleja en nuestra postura y va dañando la estructura corporal. Para mejorar la postura basta con realizar unos ejercicios.
1. Realiza ejercicios para estirar el dorso. Con la espalda bien recta, eleva los brazos estirándolos hacia arriba. Realiza este movimiento mientras coges aire y suéltalo cuando los bajes. Relaja los hombros y repite el ejercicio.
2. Realiza ejercicios pélvicos de elevación de la cadera. Te ayudarán a fortalecer la espalda y el abdomen.
3. Realiza pilates o yoga. El pilates es el mejor entrenamiento para corregir la postura. Fortalece el músculo abdominal, la espalda y el resto de músculos responsables de la buena postura.
4. Realiza ejercicios para corregir la posición del cuello y los hombros. Túmbate boca arriba con las piernas flexionadas y los pies apoyados en el suelo. Coloca un cojín fino en el cuello, coge aire por la nariz y suéltalo por la boca mientras llevas la barbilla al pecho.
5. Realiza estiramientos de espalda y pecho.
Beneficios de una buena postura
Como te comentábamos antes, mantener una buena postura corporal tiene múltiples beneficios para la salud como:
– Disminuye los dolores de espalda y de cuello
– Previene desgarros musculares y fatiga
– Mejora la respiración
– Aumenta la vitalidad
– Reduce el estrés y la ansiedad
– Mejora la circulación sanguínea
En resumen, para corregir la postura solo necesitarás cambiar un poco tus hábitos y realizar unos ejercicios sencillos que te fortalezcan la zona abdominal y de la espalda, además de recolocar pies, rodillas, cadera, espalda, hombros y cuello.