Deporte en la edad adulta: beneficios
Son de sobra conocidos los beneficios de practicar deporte a cualquier edad. Lo ideal es que durante toda la vida practiques deporte de una manera habitual.
A medida que se van cumpliendo años, la práctica del deporte se convierte en algo esporádico. Las rutinas, las obligaciones, la pereza…son algunas de las causas por las que se deja de practicar deporte de manera habitual. Aunque nunca es tarde para volver por el buen camino.
Cuando eres adulto, tu cuerpo no necesita la misma actividad física que en la infancia o en la adolescencia. En esta etapa, a partir de los 35 años aproximadamente, el cuerpo experimenta una caída del nivel hormonal. Por esta razón, es importante que contrarrestes este efecto con el deporte, ya que la actividad física retrasa el envejecimiento prematuro.
¿Qué tipo de deporte debo practicar?
El tipo de ejercicio apropiado para la edad adulta se centrará en mantener tono muscular, trabajo cardiovascular y respiratorio. Cuando ya se entra en la vejez es importante que no se pierda el hábito del ejercicio, pero sin forzar demasiado el cuerpo.
Los ejercicios que se pueden realizar en esta etapa son muy variados, desde paseos a pie o en bicicleta hasta continuar con tu rutina de gimnasio, lo importante es que adaptes el ejercicio a las necesidades de tu cuerpo y no lo lleves al límite.
¿Qué beneficios aporta la práctica de ejercicio?
Con la práctica habitual de ejercicio conseguiremos activar la circulación sanguínea, prevenir enfermedades óseas, mejorar la musculatura, prevenir la depresión y ayuda a reducir la hipertensión entre otros beneficios.
Para conseguir alcanzar estos beneficios, se recomienda que se practique deporte de manera regular, unas 3 o 4 veces por semana con una duración de mínimo 20 minutos y una intensidad moderada.
Nunca es tarde para dejar atrás los malos hábitos y sustituirlos por un estilo de vida saludable: deporte, comida sana y revisiones médicas son la clave para una larga vida.