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El cálculo dental o sarro es la acumulación de placa bacteriana calcificada que se puede acumular encima o debajo de la encía, supra o sub gingival. La placa bacteriana es lo que en casa con una buena técnica de cepillado diario somos capaces de eliminar. Pero una vez calcificada ya no es posible retirarla en casa, sino que tenemos que acudir al dentista para que nos la elimine mediante un instrumental adecuado.  
Para eliminar ese sarro acumulado, se realiza una higiene o un curetaje dental en función de las necesidades que presente cada paciente. Se trata de dos tratamientos que, al compartir una misma finalidad, suelen confundirse. Por ello, te explicamos las diferencias principales entre la higiene dental y el curetaje:

  • La higiene dental recibe varios nombres como detartraje, tartrectomia o limpieza dental. Este tratamiento se realiza para eliminar el sarro de la zona visible, es decir, el que se encuentra por encima de la encía. Esta técnica se realiza mediante un aparato de ultrasonidos y un pulido final de la superficie dental. Con la higiene dental se consigue eliminar la placa calcificada y tinciones de origen extrínseco producidas por café, té, tabaco…
  • El curetaje, por su parte, es un tratamiento de eliminación de la placa bacteriana que va más allá de la simple limpieza de la superficie de los dientes y que se realiza cuando existe inflamación de las encías por una enfermedad periodontal o gingivitis. Así, el curetaje consiste en eliminar las bacterias que se encuentran por debajo de la línea de la encía hasta unos 3 mm. de raíz dental, sin desplazamiento de la encía, de modo que no es posible realizar una inspección visual de la superficie radicular usando el instrumento llamado cureta.

El objetivo del tratamiento es ayudar a frenar el avance o la aparición de la enfermedad periodontal y prevenir daños estructurales irreversibles como la pérdida ósea. Al eliminar el sarro de la superficie de la raíz del diente es probable que la encía vuelva a adherirse al diente ya que ayudamos a la desinflamación de dicha encía y favorecemos esta adhesión.

Tras el curetaje el paciente puede sentir ciertas molestias como sensibilidad dental a los cambios térmicos, molestias al cepillar la zona y cierto sangrado. La aparición de este tipo de molestias dependerá del umbral del dolor del paciente y también de la profundidad a la que se haya tenido que llegar para dejar limpia la bolsa periodontal.

En cualquier caso, la indicación de qué tratamiento debemos realizar será indicado por nuestro odontólogo especialista en periodoncia.

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