Medicinas alternativas, ¿cuáles hay?
Probablemente tendrás una idea de qué se considera medicina general o tradicional y medicina alternativa.
¿Qué se entiende por medicina alternativa?
La medicina alternativa o la complementaria son todas aquellas prácticas que no han sido estudiadas dentro de los estudios de la medina tradicional. Terapias y tratamientos a base de plantas medicinales, masajes terapéuticos o la acupuntura son solo algunos de ellos.
En países como Asia, por ejemplo, se llevan practicando este tipo de tratamientos desde hace siglos. Sus medicinas están estrechamente relacionadas con las plantas naturales y los tratamientos buscan cuidar el cuerpo desde un punto de vista global: cuerpo y mente.
Las practicas más habituales y quizás más conocidas de la medicina tradicional pueden ser:
- Acupuntura. Es una práctica de origen chino y japonés que consiste en introducir agujas muy finas en puntos estratégicos del cuerpo que alivian los dolores.
- Homeopatía. El médico Samuel Hahnemann proclamó a finales del siglo XVIII que “lo similar cura lo similar”. Por lo que con la homeopatía lo que se utiliza para curar una enfermedad es la misma sustancia que lo causa, pero muy diluida en agua. En algunas ocasiones no contiene ni una molécula de la sustancia.
- Ayurveda. Es el nombre de la medicina tradicional de la India que pretende unificar cuerpo-mente y espíritu para curar las enfermedades.
- Quiropráctica. Se ocupa del diagnóstico, tratamiento y prevención de los trastornos del sistema neuromusculoesquelético y concede especial importancia a las técnicas manuales, según la OMS.
- Reflexología. Esta terapia considera que masajear determinados puntos de los pies, manos, nariz u orejas producen un efecto beneficioso en un órgano situado en otro lugar.
- Osteopatía. A través del masaje y la manipulación física de músculos y huesos, la osteopatía trata diferentes dolencias del cuerpo. Este método nació en EEUU en 1874 de la mano del médico estadounidense Andrew Taylor Still.
- Reiki. El budista japonés Mikao Usui creó en 1922 esta técnica que según su autor a través de las manos se transfiere energía de la persona que lo cura al paciente.
- Y un largo etcétera.
¿Es real o un cuento?
En este punto se pueden encontrar opiniones muy dispares sobre el tema, hay quienes son unos firmes defensores de estas prácticas, pero en el lado opuesto nos encontramos con opositores muy firmes y críticos con este tipo de tratamientos.
Hay estudios para todos los gustos que defienden estás prácticas, como otros que defienden que no se puede probar la validez de estos tratamientos. Dicho lo cual, es importante no olvidar que en nuestro país y en el resto de los países desarrollados la medicina que más se investiga y se desarrolla es la tradicional, por lo que es importante no dejarla de lado. Ahora bien, también puedes completarla con un tratamiento de medicina alternativa si lo consideras oportuno.
Es importante puntualizar que, como la medicina alternativa es menos conocida en nuestro país, pueden surgir muchos engaños. Antes de recurrir a cualquier tratamiento, hay que informarse correctamente y no dejarse engañar por personas que prometan curaciones milagrosas.