Área privada

El embarazo es un acontecimiento único que provoca cambios muy significativos en el cuerpo de la mujer gestante. Lo curioso es que las sensaciones pueden variar en la misma persona de forma notable entre un embarazo y otro.

¿Cuándo empiezan los primeros síntomas del embarazo?

La mayoría de las mujeres encinta empiezan a sentir los primeros síntomas del embarazo a las dos semanas de la concepción, aproximadamente, incluso antes de que falte la regla.

Y, precisamente, la ausencia de la regla (amenorrea) es la primera señal evidente de un embarazo, pero hay que tener en cuenta que también puede faltar en algunas situaciones, por ejemplo, en las mujeres con ciclos menstruales irregulares. También puede darse irregularidad menstrual en niñas y adolescentes o durante la perimenopausia, en situaciones de pérdida de peso, en presencia de algunas enfermedades o ante un acontecimiento estresante. Tampoco debemos olvidar que las mujeres lactantes pueden quedarse embarazadas, por lo que no deben confiarse.

Y no son pocos los casos de mujeres que empiezan a notar las primeras molestias después de obtener un resultado positivo en una prueba de embarazo. Pero, antes incluso de efectuar dicho análisis, se podrían experimentar y aparecer los primeros síntomas.

Síntomas y cambios hormonales

Los síntomas de la mujer gestante (al margen del retraso en la menstruación) se producen por distintos mecanismos, pero es evidente que los cambios hormonales son los que más influyen en las alteraciones físicas y emocionales de la embarazada.

La progesterona es la hormona encargada de preparar al útero para que se implante el óvulo fecundado. Esta hormona es una de las causantes de los diferentes síntomas del embarazo, entre ellos, las molestias digestivas.

Por su parte, la actividad del tiroides se verá incrementada, provocando un aumento de la frecuencia cardiaca o sensación de calor, entre otras alteraciones.

Cambios en aparato genital

En muchas ocasiones, en los primeros días de embarazo la mujer nota un flujo diferente, de aspecto lechoso e inodoro. En este caso también están implicadas las hormonas, por el aumento de secreción de estrógenos y de progesterona.

No es infrecuente, además, la presencia de un pequeño sangrado vaginal, que representa la señal de la implantación del embrión en el útero. En otras ocasiones se pueden producir sangrados similares a los de la regla, aunque menos copiosos e incluso pueden durar más de un ciclo.

Durante los primeros días, el pecho puede parecer inflamado, hinchado, con una sensibilidad mayor, cierta incomodidad e incluso presencia de dolor. En ocasiones se trata del primer síntoma en la mujer gestante.

Síntomas digestivos

Son los más frecuentes. Aunque se presentan durante el primer trimestre, ya en los primeros días se pueden padecer esas sensaciones tan desagradables. En muchas ocasiones se tiene la sensación de hambre y es habitual que aparezca algún tipo de mareo, y sobre todo, náuseas y vómitos. Las náuseas suelen ser más frecuentes por la mañana, pero también pueden producirse en cualquier momento del día. En cambio, hay mujeres que no sufren esta molestia y otras que comienzan a notarla incluso antes del primer mes.

También se pueden presentar acidez y ardor de estómago, flatulencia y estreñimiento. De nuevo, la hormona implicada en estas alteraciones es la progesterona, y para aliviarlas es necesario beber líquido abundante evitando las bebidas gaseosas, y mantener una alimentación variada y con la fibra suficiente.

Si es posible, se deben evitar las comidas copiosas y/o picantes. Lo ideal es comer varias veces al día y cenar pronto para ir a dormir una vez hecha la digestión, evitando reflujos y acidez. Si los síntomas digestivos son muy molestos se debe acudir al ginecólogo para que prescriba medicamentos adecuados para la gestación.

Otros síntomas

Es posible que durante los primeros días haya una sensación de gran fatiga, agotamiento y además somnolencia y ganas de dormir continuamente, necesitando más horas de sueño durante la noche. Una de las causas es la hipotensión arterial, aunque habrá que descartar alguna enfermedad como la anemia.

La mujer puede ser más sensible a diferentes olores que le llegan a molestar porque se agudiza el sentido del olfato. El gusto también puede estar alterado y algunas comidas dejan de resultar apetecibles.

Otro síntoma frecuente es el dolor de espalda, muy frecuente a partir del segundo trimestre, pero igualmente se puede presentar en los primeros días de embarazo.

Los cambios de humor son habituales durante el embarazo y también se deben a las alteraciones hormonales. Puede producirse irritabilidad, un estado depresivo, una especial sensibilidad ante noticias tristes… La preocupación por el nacimiento del bebé y saber si se está haciendo lo mejor durante la gestación puede generar algo de ansiedad, pero hay que tranquilizar a las madres porque el feto está muy protegido en su seno y es la atmósfera ideal para su crecimiento.

Durante los primeros días puede aumentar el deseo de orinar, pero este suele ser un síntoma de fases más avanzadas del embarazo, cuando el útero comprime la vejiga y el corazón bombea más sangre a los riñones.

Del mismo modo, los “pinchazos” en la pelvis o los calambres son más frecuentes cuando el embarazo ya está avanzado.

La congestión nasal por un mayor flujo de sangre en la mucosa nasal es otro síntoma de embarazo y algunas mujeres refieren tenerlo en los primeros días.

Resumiendo, es evidente que el cambio que representa el embarazo desencadena una cascada de nuevas sensaciones, algunas de ellas desagradables. El ginecólogo o ginecóloga nos orientarán sobre cómo evitar o mejorar los síntomas de la gestación.

¿Cómo saber si estás embarazada?

Estos primeros síntomas de embarazo también podrían ser engañosos. Por eso, la única manera de confirmarlo es mediante un test de orina o de sangre, en los que se puede detectar la presencia de la gonadotropina coriónica humana (hCG), la cual segrega la placenta poco tiempo después del inicio de la gestación.

Una vez confirmado el embarazo, es necesario realizar un seguimiento continuo de la evolución del feto, lo que se consigue mediante una ecografía y otras pruebas médicas.

TEMAS RELACIONADOS

Embarazo: cuida tu sistema inmune

Ejercicio durante el embarazo

Cuidar la piel durante el embarazo

Cómo afrontar con buen humor la vuelta de las vacaciones
¿Cómo combatir el estrés post-vacacional?