Pánico en santalucía, empleados retenidos
En un comunicado que ha hecho público la agencia EFE, se afirma que muchos de los empleados no pudieron salir ayer de la sede central por causas ajenas.
Ayer a las 22.00 horas, al cierre de los periódicos y según fuentes cercanas que vieron lo ocurrido, se afirmó que el sospechoso medía 2 metros y pesaba unos 450 kilos.
Hoy por la mañana se ha podido ver a un oso polar y se dice que ha declarado que se sentía desplazado por parte de la empresa: “Últimamente me sentía marginado. Ya no me llamaban, apenas trabajaba con ellos. Mi familia me preguntaba qué pasaba, pero yo no sabía qué contestar. ¡No lo entendía! Yo solo quería volver a sentirme uno más, este año ni siquiera se me invitó a la cena de empresa y eso fue el detonante”.
El oso estaba realmente apenado y muy afectado según relatan compañeros de Santalucía.
Trabajadores que se encontraban en el inmueble cuando el oso, esposa e hijos entraron a las oficinas aseguran que todo sucedió de manera pacífica: “Al principio fue un caos, todos corrimos despavoridos y creíamos que no podríamos salir del inmueble pero realmente fueron muy amables en todo momento y vimos que no querían mantenernos retenidos sino que solo querían que contáramos de nuevo con ellos”, comenta Carmen, empleada en las oficinas centrales de Santalucía.
Por ahora los osos siguen encerrados en la sede central y afirman que no se irán hasta que no se instaure el ‘Día del oso’ y la familia reciba un gran abrazo y una sonrisa por parte de cada trabajador. Además, claro está, de asistir a la cena de empresa y que se les invite a todos los eventos que realice la compañía.
“No sé si seremos capaces de llegar a un acuerdo. Me han quitado mi despacho y eso es algo muy feo”, comenta otro de los trabajadores de Santalucía.
Desde aquí esperamos que este conflicto llegue a su fin y que el espíritu navideño invada todos los corazones repartiendo abrazos, buenos deseos y mucho confeti de colores.