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Realizar el Camino de Santiago, sea por vocación religiosa o no, es una experiencia que los peregrinos que lo realizan coinciden en que te cambia la vida. Si tú también has pensado en hacerlo pero no sabes por dónde empezar, queremos darte unos consejos para disfrutar al máximo del Camino.
El Camino de Santiago tiene diferentes rutas o tramos, pero su destino es siempre el mismo, la Catedral de Santiago de Compostela.

4 consejos prácticos

  • Preparación física y mental. 

Antes de lanzarte a caminar debes saber que el Camino es duro. Por eso es muy importante que te hayas preparado físicamente antes de realizarlo. Con salir a caminar varias veces por semana durante unos meses antes, podrás evitar lesiones durante el trayecto final.

  • Probar equipamiento 

Si vas a utilizar calzado o ropa nueva, te recomendamos probarla antes, sobre todo el calzado. Acostumbra tu pie al calzado y ablándalo con el entrenamiento pleno para que durante el Camino no te produzca heridas y/o ampollas.
Otro punto que tienes que tener en cuenta es la mochila. Si no estás acostumbrado a realizar marchas con peso, deberías ir poco a poco añadiendo peso en tus salidas. De esta manera, los primeros días del Camino no requerirán un esfuerzo extra al que no estás acostumbrado.

  • Época del año 

Los mejores meses para realizar el Camino son en primavera (mayo y junio), ya que los días son más largos y las temperaturas todavía no son elevadas. O bien, a comienzos de otoño (septiembre y octubre). Durante estos cuatro meses no habrá tanta masificación como durante el verano.
Si no te queda más remedio que aprovechar las vacaciones de verano para realizar el Camino de Santiago, te recomendamos que seas previsor, ya que estará más transitado.

  • Qué llevar 

En tu mochila no deben faltar:

  1. Pantalones de montaña cómodos e impermeables por si te pilla la lluvia durante la caminata.
  2. Pantalón corto para los días más calurosos.
  3. Sudadera para los días que refresca o por las noches. Para la gente que no sea del Norte es importante no olvidar algo de abrigo, ya que en cualquier momento puede refrescar.
  4. Ropa interior y calcetines cómodos y que no tengan costuras para evitar las rozaduras.
  5. Chubasquero por si algún día te sorprende la lluvia.
  6. Artículos de higiene para el aseo diario.
  7. Chanclas para la ducha en los diferentes albergues y pensiones del camino.
  8. Saco de dormir y esterilla. Esta última por si necesitas dormir algún día al aire libre.
  9. Toalla de secado rápido para evitar cargar con ropa húmeda durante el Camino.
  10. Detergente en pastilla para lavar la ropa durante el trayecto.
  11. Vaselina para aplicar en los pies antes de comenzar el proyecto y evitar la aparición de ampollas.
  12. Credencial que acredita a las personas como peregrinos. En la mayoría de los albergues es imprescindible para dormir en ellos.
  13. Bastones para ayudarte a caminar. Esto lo puedes utilizar de manera opcional si te ayuda a caminar mejor.
  14. Gorra o sombrero para evitar el sol directo en la cabeza sobre todo en los meses de verano.
  15. Linterna.

Además, deberás llevar un pequeño botiquín con tiritas, gasas, antiséptico para las heridas, esparadrapo y antiinflamatorios para las posibles heridas que te surjan durante el Camino.
Con estos pequeños consejos podrás disfrutar de un gran Camino de Santiago.

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