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Por norma general el mantenimiento del vehículo lo realizan en el taller, pero no siempre es necesario acudir a uno para realizar labores sencillas como medir el aceite, comprobar la presión y el estado de los neumáticos, cambiar las bombillas, etc.
¿Lo has pensado alguna vez? Son acciones bastantes sencillas que con solo unos consejos podrás poner en práctica y sacar a relucir tu lado “manitas”.

Comprobar el nivel de aceite

Es una de las acciones más sencillas que vas a poder realizar en tu automóvil y fundamental para el buen funcionamiento del vehículo.
El aceite es el encargado de lubricar y refrigerar el motor. Por lo que se vuelve una tarea sumamente importante el controlar que los niveles de aceite sean los correctos y en cambiarlo cuando sea necesario. Lo estimado es cambiarlo una vez al año.  

Comprobar la presión y el estado de los neumáticos

Los neumáticos son uno de los elementos más importantes en el vehículo. Un mal mantenimiento puede llevar a provocar accidentes.
La presión estimada de las ruedas viene indicada en el vehículo. Procura comprobarla antes de comenzar un viaje o revisarla de vez en cuando para los desplazamientos que hagamos a diario. Debes tener en cuenta que la presión correcta dependerá de si el coche va vacío o lleva carga. Tenlo en cuenta cuando vayas a comprobarla y ajustarla.
Otro factor de los neumáticos que debes tener en cuenta es el estado. Los dibujos de las ruedas deben tener una profundidad mínima de 1,6 milímetros.  Por debajo de esta medida estarás incumpliendo la Ley y se podría inmovilizar el vehículo.
Para ayudarte a comprobar la profundidad de los neumáticos, basta con comprobar los testigos que nos proporciona la misma rueda. Estos pueden de ser de goma, un dibujo en el neumático, un pequeño símbolo, etc.
Es importante llevar un buen mantenimiento de los neumáticos si buscamos que las ruedas se adhieran perfectamente a la carretera proporcionándonos una buena sujeción.

Cambiar las bombillas

No se puede circular con luces fundidas, de hecho si te pillan circulando sin alguna te puede caer una multa. Por no hablar del peligro que puede suponer para tu seguridad y la de los demás conductores.
La mayoría de los fabricantes ponen a disposición de los propietarios de los vehículos un kit con luces de repuesto por si se funde alguna.
Cambiar una bombilla no es una tarea difícil en sí misma, lo que puede ser más complicado es acceder a ellas. Por norma general, siempre será más sencillo cambiar las luces traseras que las delanteras.
Estas tres acciones pueden resultarte muy útiles y aumentar la seguridad de tu vehículo, además de ahorrarte unos euros si las realizas por tu cuenta y no acudes a un taller.
Un último consejo, antes de ponerte a realizar cualquiera de las tres por primera vez, lee bien el manual de tu vehículo. Cada coche es diferente, así que asegúrate bien de saber cómo hacerlo.

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