Área privada

Si en la vida existe un acontecimiento inequívoco, ese suceso es la muerte. Un hecho natural, irreversible, antitético por definición a la noción de existencia terrenal, cuya concepción y simbología ha tenido diversas interpretaciones para diferentes culturas y religiones a lo largo de los siglos.

De la celebración y el reconocimiento al tabú, pasando por el miedo, la angustia y el sufrimiento, la rabia, el duelo… Existen muchas y muy variadas formas de ver y entender la vida y la muerte. Por ello, explorar las diversas prácticas funerarias a nivel mundial ofrece una ventana única hacia la riqueza cultural y las creencias espirituales de cada sociedad.

Los ritos funerarios no solo marcan la despedida de los seres queridos, dando sentido a su fallecimiento; también reflejan la idiosincrasia de las civilizaciones, las tradiciones, las filosofías de vida y la conexión con la muerte. Este artículo desentraña algunas de las ceremonias de tránsito entre ambas realidades más distintivas y conmovedoras que se practican en distintas partes del mundo.

Ritos funerarios según la percepción de la muerte en las principales religiones del mundo

Todos nacemos y todos morimos. Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha desarrollado diversos métodos y costumbres para honrar a los muertos. Cada cultura, cada religión, interpretan a su manera el significado de la muerte. Estas prácticas varían ampliamente, pudiendo ser de lo más dispares -e impactantes-, influenciadas por factores religiosos, culturales y ambientales.

Comprender estas diferencias no solo nos ayuda a apreciar la diversidad humana, sino también a reconocer la universalidad de la muerte como un fenómeno que todos compartimos.

Cristianismo: de la vigilia al entierro

En el cristianismo, por lo general, el creyente concibe la muerte como un fenómeno sociocultural negativo, capaz de infundir temor; de causar dolor ante el deceso y desconsuelo al afrontar la pérdida.

En esta religión, la más mayoritaria en todo el planeta con cerca de 2.400 millones de seguidores, las prácticas funerarias varían según las distintas ramas (catolicismo apostólico, protestantismo, cristianismo ortodoxo, evangelismo y sus variantes, etc.) pero, generalmente, incluyen una vigilia, un servicio religioso y el entierro o cremación. Los servicios fúnebres están destinados a celebrar la vida del difunto y ofrecer consuelo a los dolientes, con la esperanza de la resurrección y la vida eterna en el centro de la creencia cristiana.

Ritos funerarios en la cultura musulmana: Janazah y la inhumación

Para los musulmanes, solamente Alá tiene potestad para decidir cuando llega la muerte; momento en el cual comienza la verdadera existencia, la vida eterna para los practicantes de esta religión monoteísta, donde se recompensan o premian los buenos actos y se castigan los malos.

Al creer en la reencarnación, la cremación del cadáver está totalmente prohibida. Los musulmanes siguen rituales estrictos para la ceremonia funeraria, que incluyen la limpieza del cuerpo, envolverlo en un sudario blanco de tela de algodón (Kafan) y la oración fúnebre Janazah. Oficiado por un imán, el entierro (Al-dafin) se realiza lo antes posible, preferiblemente antes del atardecer del día de la muerte, y el cuerpo amortajado se coloca en la tumba, depositado en la tierra, sin ataúd, recostado sobre el lado derecho, de manera que mire hacia La Meca, la ciudad más santa del islam, lugar de nacimiento del profeta Mahoma. Este enfoque subraya la sencillez, la humildad y la igualdad ante Dios.

Cremación en el hinduismo: un viaje hacia el Moksha

El hinduismo es una religión politeísta basada en la creencia en varios dioses, con algo más de 1.160 millones de seguidores o creyentes en todo el planeta, según el portal Statista.

Para los hindúes seguidores del “orden eterno” (Sanatan Dharma), una doctrina religiosa originaria de Asia Central y el valle del Indo considerada la más antigua del mundo, la cremación es la práctica funeraria predominante, basada en la creencia de que el fuego purifica y libera el alma del ciclo de reencarnación, permitiendo que alcance el Moksha, o liberación del ciclo de las reencarnaciones.

Por tanto, el fallecimiento estaría equiparado a una transición, a un viaje: la persona nace, vive, muere y su alma nace de nuevo, reencarnándose, transmigrándose en otro cuerpo -en un ciclo eterno llamado Samsara-, según el comportamiento y aprendizaje en su etapa anterior.

Las ceremonias funerarias conmemoran la vida del difunto. Cargadas de simbolismo, comienzan con la purificación, un baño ritual del cuerpo, que posteriormente se vestirá de blanco, acompañado además de una lámpara prendida para que acompañe su alma durante tres días. Acto seguido, la cremación tiene lugar en una pira funeraria, generalmente en la orilla de un río sagrado como el Ganges.

Budismo: un proceso de aprendizaje para alcanzar el Nirvana

Hablar de budismo significa hacerlo de una doctrina filosófica y espiritual no teísta, esto es, que no menciona la creencia en un dios o deidad como ser superior, todopoderoso, absoluto, creador del mundo. Al contrario, esta religión, originaria de la India, al sur del Nepal, la cuarta más numerosa del mundo, persigue erradicar el dolor y la insatisfacción humana (Dukkha) y el ciclo de reencarnaciones (Samsara) para alcanzar el Nirvana: la verdad o liberación absoluta. La felicidad libre de sufrimiento; la sabiduría infinita.

Al igual que ocurre con el hinduismo, para los budistas, la muerte es algo totalmente natural. Un hecho que da pie a un nuevo ciclo vital, a otro escalón en la rueda de renacimientos en el que el alma humana proseguirá con su proceso de aprendizaje camino de la madurez.

Del lado de los ritos mortuorios, el funeral budista comienza orando a Buda. Al difunto, cuyo rostro se cubre con un sudario, se le recita “El libro de los Muertos” (Bar-do'i-thos-grol) durante 49 días, al tiempo que se ‘agasaja’ al espíritu del fenecido con alimentos y bebida. Posteriormente, sin tocar el cuerpo, contemplan tres días para velar el cadáver, celebrar ceremonias privadas (que suelen incluir cantos por parte de los monjes) y dar paso al rito de despedida propiamente dicho en función de los cuatro elementos de la naturaleza: fuego, tierra, agua y aire.

  • Incineración.
  • Inhumación.
  • Sepelio en el agua.
  • Acción natural, permitiendo su descomposición. Así, por ejemplo, los funerales celestiales son una práctica budista tibetana donde el cuerpo del difunto se ofrece a los buitres en lo alto de las montañas. Este rito refleja la creencia en el ciclo de vida y muerte, donde el cuerpo físico se descompone y vuelve a la naturaleza, mientras que el espíritu continúa su viaje hacia la reencarnación.

Los ritos funerarios budistas incluyen la incineración del cuerpo para despedir a un ser querido, aunque también contemplan la inhumación, el sepelio en el agua o dejar el cuerpo expuesto a merced de las aves y su descomposición natural.

El luto en el judaísmo: Shiva y el Kaddish

La tradición funeraria judía está fuertemente marcada por las enseñanzas contenidas en la Torá, el libro de la ley. En especial, por parte de los judíos ortodoxos y más conservadores, para los cuales estas creencias y costumbres están muy arraigadas.

En el judaísmo, el cuerpo se lava para su purificación antes de ser enterrado. Para los varones, el lavado debe efectuarse por parte de hombres; en el caso de las mujeres, de unas a otras, para finalmente envolverlo en una mortaja funeraria blanca, denominada tachrachim, un color que representa la pureza. Como en el islam, la cremación está prohibida y la sepultura debe realizarse en tierra. Sin embargo, los judíos menos tradicionales pueden permitir la incineración. El rabino será el encargado de celebrar los oficios, que deben ser sencillos y de duración breve.

El luto se observa de manera estructurada a través del Shiva, un período de siete días de duelo intenso, seguido de otros intervalos de adaptación emocional que sigue a la pérdida menos agudos. Los dolientes recitan el Kaddish, una oración que honra a los muertos y reafirma la fe en Dios. Este enfoque proporciona un sistema de apoyo comunitario y permite a los dolientes procesar su pérdida de manera gradual.

Los cuatro grupos religiosos con mayor número de creyentes (cristianismo, islam, hinduismo y budismo) agrupaban, en 2020, a más de 5.950 millones de personas, un 76 % de la población mundial.

Otros ritos funerarios en el mundo

México: el Día de los Muertos

Uno de los ejemplos más coloridos y emblemáticos de ritos funerarios es el Día de los Muertos en México. Celebrado el 1 y 2 de noviembre, esta festividad combina elementos indígenas y católicos. Las familias crean altares decorados con flores de cempasúchil (tagete), calaveras de azúcar y las fotos de los difuntos.

La creencia popular invita a pensar que, durante estos días, las almas de los muertos regresan al mundo de los vivos para disfrutar de las ofrendas preparadas en su honor. De este modo, celebran su vida y honran su memoria de una manera feliz.

Entierro en urnas en la cultura griega antigua

En la antigua Grecia, los entierros eran ceremonias importantes que incluían el uso de urnas para preservar las cenizas de los difuntos. Los ritos funerarios también incorporaban procesiones y ofrendas a los dioses del inframundo. Estas prácticas, según la mitología del país heleno, reflejan la importancia de asegurar el paso seguro del alma, la esencia del individuo, al Hades.

Los altares de ancestros en China: honrando a los espíritus

En la cultura china, el culto a los ancestros es una práctica esencial. Las familias crean altares en sus hogares y en templos para honrar a los espíritus de los antepasados con ofrendas de comida, incienso y papel moneda quemado (´billetes del infierno’ con los que poder solucionar hipotéticos problemas monetarios en la otra vida).

Este rito mortuorio fomenta la continuidad y el respeto intergeneracional, manteniendo viva la memoria de los antepasados.

El entierro en torres del silencio en la cultura zoroastriana

En la antigua religión zoroastriana o mazdeísmo, fundada en las enseñanzas del profeta Zaratustra posiblemente en el siglo VI-VII adC en el antiguo Irán y con gran influencia en el cristianismo, los muertos no son enterrados ni cremados. En su lugar, se colocan en torres del silencio para que los buitres consuman los cuerpos, purificando así las almas.

Este rito, que aún se practica en algunas comunidades de la India y el territorio persa, subraya la creencia en la pureza y la necesidad de evitar la contaminación de la tierra y el fuego.

El entierro en el cielo de los nómadas mongoles

Los nómadas mongoles, influenciados por creencias chamánicas y budistas, a menudo practican el “entierro celestial”, ritual donde los cuerpos se dejan expuestos a los elementos y a los animales.

Este rito refleja, fundamentalmente, la creencia en la liberación del alma y su retorno a la naturaleza.

Ritos funerarios en la cultura japonesa: tradiciones budistas y sintoístas

En Japón, los ritos funerarios combinan elementos del budismo y el sintoísmo (shinto o “camino divino”). Esta doctrina autóctona del país nipón es una creencia animista, muy ligada a la tradición, cuya finalidad no es otra que construir relaciones armoniosas entre los seres humanos, las fuerzas de la naturaleza y los espíritus (kami).

Como parte de ese sincretismo religioso, el funeral budista incluye un velorio, la cremación y una ceremonia conmemorativa, mientras que la práctica sintoísta pone énfasis en los rituales de purificación y respeto a los espíritus. Los hogares suelen mantener altares donde se honra a los ancestros, reflejando una continua conexión entre los vivos y los muertos.

El entierro acuático en las Islas Fiyi

En las Islas Fiyi, un archipiélago del Pacífico Sur, algunas comunidades practican el entierro acuático, ritual donde los cuerpos se colocan en canoas y se dejan en el mar. Esta práctica, aunque menos común hoy en día, simboliza el retorno del espíritu al océano, considerado una fuente de vida y un reino espiritual.

Funerales vikingos: un viaje hacia Valhalla

Leyenda, mitología escandinava… Los antiguos vikingos, una sociedad eminentemente guerrera, creían en una vida en el Valhalla después de la muerte gloriosa en el campo de batalla. Un majestuoso “salón de los muertos o caídos” en Asgard, un mundo celestial donde moraban los dioses Aesir y Vanir, gobernado por Odín, la deidad más importante, encargado de protegerles en el más allá. Las valkirias eran las encargadas de guiar a estos héroes caídos en combate, que a su vez pasarán a formar parte del ejército que luchará en Ragnarök, la batalla del fin del mundo.

El entierro vikingo podía incluir la cremación en una pira funeraria o el entierro en barcos junto con pertenencias personales. Este rito, acompañado de sacrificios animales, rituales y celebraciones, simbolizaba el viaje del difunto hacia el más allá y su preparación para la vida eterna. Una despedida digna y respetuosa. De ahí que, además del cuerpo, en la embarcación se incluyeran sus posesiones terrenales (armas, ropa, joyas), ganado, etc…

Sepulturas en cuevas de los Toraja en Indonesia

Los Toraja (“hospitalidad”) de Indonesia llevan a cabo rituales funerarios muy elaborados, a menudo durante meses o incluso años después de la muerte, lo que implica, entre otras iniciativas, ahorrar los fondos necesarios para celebrar este ritual. En él, el difunto (tomakula) se coloca en un ataúd y se entierra en cuevas o se coloca en acantilados.

Este proceso refleja la importancia de los ancestros y el deseo de garantizar que el alma encuentre paz.

Prácticas funerarias entre los masáis de Kenia y Tanzania

Los masáis son un pueblo seminómada y guerrero que habita en Kenia y Tanzania. Esta tribu africana no cree en el más allá; en la vida después de la muerte. Sus ritos funerarios no contemplan el entierro, debido a la creencia de que enterrar el cuerpo contamina la tierra y el agua. En su lugar, el cadáver se deja a la intemperie, untado en sangre y grasa de buey, para que pueda ser comido por animales.

Un enfoque práctico y respetuoso hacia la naturaleza que refleja su profunda conexión con el medioambiente.

El funeral ecológico: un nuevo paradigma de protección medioambiental

En tiempos recientes, los funerales ecológicos han ganado popularidad como una alternativa sostenible a los sepelios tradicionales. Estos ecofunerales minimizan el impacto medioambiental mediante el uso de ataúdes biodegradables, cementerios verdes y técnicas de conservación natural.

El movimiento refleja, entre otros aspectos, una creciente conciencia sobre la necesidad de proteger nuestro planeta incluso una vez fallecidos.

En esta línea, por ejemplo, en Alemania continúa ganando peso una tendencia hacia el entierro natural, donde los cuerpos se sepultan en bosques protegidos sin lápidas ni estructuras artificiales. Esta práctica se alinea con una creciente mentalidad ambiental y el deseo de retornar a la naturaleza de una manera que no dañe el ecosistema.

Los ritos funerarios son un reflejo profundo de las creencias y valores de una cultura. Al explorar estas diversas prácticas, no solo ampliamos nuestra comprensión del mundo, sino que también apreciamos la riqueza y la diversidad de la experiencia humana. Desde los funerales celestiales tibetanos hasta el Día de los Muertos en México, cada rito nos ofrece una visión única de cómo diferentes sociedades enfrentan la muerte y celebran la vida.

Sin duda, la preocupación por el futuro de nuestros allegados, por el bienestar de la familia, constituye nuestra prioridad capital. Por ello, nada mejor que contar con un seguro de decesos que pueda protegerlos en los momentos más difíciles, desplegando todas las coberturas y garantías a su disposición para superar una pérdida, un proceso tan largo y complicado como puede ser un fallecimiento de un ser querido.

Preguntas frecuentes sobre ritos funerarios alrededor del mundo

  • ¿Qué es el Día de los Muertos? El Día de los Muertos es una festividad mexicana que honra a los muertos el 1 y 2 de noviembre, combinando elementos indígenas y católicos.
  • ¿Qué son las torres del silencio? Son estructuras utilizadas en la religión zoroastriana donde se colocan los cuerpos para ser consumidos por buitres, purificando así las almas.
  • ¿Qué simboliza la cremación en el hinduismo? La cremación en el hinduismo simboliza la purificación y liberación del alma del ciclo de reencarnación, permitiendo que alcance el Moksha.
  • ¿Cómo son los funerales celestiales tibetanos? En los funerales celestiales tibetanos, el cuerpo del difunto se ofrece a los buitres en lo alto de las montañas, simbolizando el ciclo de vida y muerte.
  • ¿Qué es un entierro natural? Un entierro natural implica enterrar el cuerpo sin estructuras artificiales en un entorno natural protegido, minimizando el impacto ambiental.
  • ¿Cómo se observa el luto en el judaísmo? El luto en el judaísmo se observa a través del Shiva, un período de siete días de duelo intenso, seguido de otros períodos de duelo menos intenso, con la recitación del Kaddish.
La preocupación por el medioambiente ha calado en muchos aspectos de la vida moderna, y las prácticas funerarias no son una excepción.