Seguramente hayas oído hablar antes sobre las Soft Skills, sobre todo si has estado buscando empleo últimamente pero, ¿qué significa ese término?.

¿Qué son las Soft Skills?

El término “Soft Skills” significa habilidades blandas, es decir, aquellas habilidades interpersonales, relacionadas con un aspecto emocional o social, generalmente.

¿Por qué son tan importantes?

En los últimos años, los reclutadores de Recursos Humanos se han centrado en buscar personas que destaquen por su inteligencia emocional y que potencien estas disciplinas, ya que son muy útiles para las dinámicas de trabajo que buscan las empresas en la actualidad.
Estas habilidades son fundamentales porque permiten la optimización del trabajo más allá de la vertiente técnica, es decir, el trabajo en equipo y la gestión de situaciones concretas en el ambiente laboral.

Ejemplos de Soft Skills

Algunas de las principales Soft Skills que conviene potenciar son:

• Gestión del tiempo, siendo eficiente y controlando tus prioridades. ¿Quieres aprender a gestionar tu tiempo en el trabajo?.
• Gestión de conflictos, resolviendo y previniendo posibles conflictos a través de la negociación y resolución.
• Motivación, a través de técnicas y herramientas que te ayuden a mantener una actitud positiva y favorable hacia tu proyecto.
• Trabajo en equipo, fomentando la participación de todos los integrantes y mediando en las posibles confrontaciones, sacando el máximo provecho de cada componente.
• Liderazgo, sabiendo cuándo y cómo motivar a tu equipo, gestionando las tareas y asignando las responsabilidades, como en el coaching empresarial.

Estas son algunas de las Soft Skills que se piden en el mercado laboral, aunque existen más.

¿Y ahora qué?

Ahora que ya conoces qué son las Soft Skills y cuáles son las principales, debes centrarte en trabajarlas cada día. ¿Cómo puedes hacerlo? Trabajando en equipo, poniéndote objetivos a corto plazo y pidiendo feedback sobre cómo están yendo tus avances en el trabajo.