Área privada

Los niños son personitas llenas de energía, no cabe ninguna duda. Están dotados de una fuerza y una curiosidad inagotables, lo que lleva a que, en ocasiones, los padres nos sintamos agotados y bajemos la guardia. Esto ocurre mucho más en casa, lugar en el que nos sentimos seguros, que controlamos, en el que nuestros hijos se mueven como pez en el agua. Y es precisamente en ese ámbito donde se pueden producir accidentes si no estamos un poco atentos y fomentamos unas medidas de prevención que alejen a nuestros pequeños de los contratiempos domésticos. Debemos saber cómo protegernos y protegerles para que nada ocurra y qué hacer en caso de que un accidente se produzca a pesar de todo. La contratación de un seguro que vele por la seguridad de nuestra familia es un buen método para ayudarnos en caso de complicaciones.
 

Accidentes en el hogar

¿Cuáles son las causas más frecuentes de accidentes en el hogar y cómo prevenirlos?

  • Intoxicaciones: Tal y como nos cuentan desde el Servicio de Prevención de la Diputación Provincial de Huelva, este problema suele darse por ingestión y rara vez por inhalación o contacto con la piel. Mucho cuidado con medicamentos, productos de limpieza y/o inflamables, pinturas, disolventes, pegamentos… Hay que mantenerlos alejados de la comida, bien identificados y, si es posible, bajo llave. Siempre fuera del alcance de los más pequeños
  • Quemaduras: Evitar que los pequeños se acerquen al fuego es algo evidente, no dejar las asas de ollas y sartenes hacia fuera, evitar salpicaduras con alimentos al cocer… Hay que tener mucha precaución con dejar cerillas y mecheros a la vista de los pequeñajos y, algo que no habría ni que decir, no permitirles el uso de petardos o cohetes ni encender velas cerca de ellos.
  • Caídas: Según este reportaje de la agencia EFE, el 51% de los siniestros que se producen en el hogar tienen que ver con acabar en el suelo. En casas con niños, es muy normal que haya objetos, generalmente juguetes, tirados. Hay que intentar estar atentos y recogerlos, ya que tropezar con ellos puede ser muy fácil y tener fatales consecuencias. Por otra parte, ojo con los suelos resbaladizos: limpieza siempre, pero precaución con los encerados, pulidos y productos de limpieza. Y enseñemos a los niños a no subirse en cualquier parte para alcanzar objetos, ni siquiera a escaleras, y cuando lo hagamos los mayores, revisemos que éstas estén en buen estado.
  • Asfixia: Ropa, botones, cordones y todo tipo de bolsas son un peligro para los más pequeños. Lo más lejos posible de sus manos y bocas.
  • Golpes, cortes y aplastamientos: Redondear las esquinas de los muebles, guardar los cuchillos y objetos cortantes y sujetar bien los muebles y objetos a las paredes, nos evitara muchos problemas.
  • Electricidad: agua y electricidad son malos compañeros, nunca utilizar aparatos eléctricos en ambientes húmedos. Revisar que no haya cables al alcance de los niños y mucho menos en mal estado y, siempre que podamos, los enchufes tapados.

Un seguro que proteja a toda la familia

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