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Cada día somos más las personas que celebramos la fiesta de Halloween. El motivo no es otro que disfrutar de esta festividad como niños.
Son ellos quienes más la disfrutan: disfrazarse, historias de miedo y caramelos son la combinación perfecta para la noche del 31.
El Truco o Trato no se estila demasiado en nuestro país, pero esto no quiere decir que no podamos disfrutar de la fiesta con los más pequeños. A continuación, te damos una serie de actividades que harán que los más peques de la casa se lo pasen “de miedo”:

1. Manualidades. Una de las manualidades más tradicionales es crear una cara terrorífica en una calabaza. Para eso, con ayuda de un adulto se vaciará el interior de una calabaza hasta dejarla completamente hueca y limpia de pepitas, después se pasa a dibujar y recortar la forma de los ojos y la boca al gusto. Tras acabar se introduce una vela en su interior para conseguir un efecto de miedo mayor.

Otras manualidades fáciles de realizar son recortar adornos de papel, cartón o material reciclable con forma de brujas, fantasmas, murciélagos o búhos. Estos se podrán colorear y adornar toda la casa con ellos.

2. Preparar dulces. Uno de los espacios de la casa que más curiosidad despierta en los pequeños es la cocina. Durante estos días podrás preparar galletas y aperitivos salados con formas diabólicas. Con esta tarea, no solo se divertirán cocinando y colaborando en la preparación, sino que además pondrán a prueba su fantasía creando todo tipo de figuras, reales o imaginarias.

Aunque abusar del dulce y de los caramelos de forma habitual no es aconsejable para la salud dental del niño. En este día los dulces se convierten en el centro de la fiesta. Con moderación y llevando unos hábitos saludables no debería haber problema.

3. Disfraces. Se trata de una noche muy especial en la que los niños disfrutan convirtiéndose por un día en un personaje de cuento que asusta y aterroriza a los demás. Por lo general los disfraces de bruja, momia, fantasma o vampiro son los más deseados. Se puede tirar de imaginación y hacer uso de viejas ropas que ya no usamos utilizar retales, tiras o vendajes blancos del botiquín para construirse un disfraz realmente terrorífico, original y único. Si además lo acompañas con caretas de papel dibujadas y coloreadas por los propios niños o con maquillajes especiales el éxito y la diversión están asegurados.

4. Juegos para afrontar miedos. A través de juegos sencillos ayudamos a que aquellos niños que tengan por ejemplo, miedo a la oscuridad, los superen sin darse cuenta. Uno muy sencillo es que busquen un regalo en la oscuridad, mientras el niño se distrae rebuscando su premio, se olvida de que está a oscuras. Hacer un teatro de sombras chinescas y que ellos les pongan las voces.

5. Cuentacuentos. Leer historias simpáticas, de misterio con personajes que dan miedo acompañados de algún sobresalto que otro permitirá que de forma entretenida los niños se sumerjan en el mundo de la lectura y fomenten su imaginación.

Halloween es por tanto una buena oportunidad para disfrutar de esta fecha especial en familia y para que los adultos, junto a sus hijos se sientan de nuevo niños por un día.

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