Cómo evitar que el frío y la humedad entren en tu casa
El invierno trae consigo desafíos para mantener nuestro hogar cálido y seco. La presencia de humedades, condensaciones, moho y goteras puede convertirse en una molestia, introduciendo el frío de la estación en nuestros espacios sin previo aviso. Por no hablar de los serios efectos nocivos para la salud que pueden ocasionar estos contratiempos.
En este artículo, exploramos estrategias efectivas para evitar la entrada de humedades a tu vivienda, con el objetivo de salvaguardar tu casa de los efectos indeseados de la temporada invernal. Además, destacamos la importancia de los seguros de hogar, productos que te brindan tranquilidad en caso de enfrentar cualquier inconveniente.
Riesgos del exceso de humedad en el hogar
El peligro de saturación de vapor de agua en el ambiente va más allá de la incomodidad que pueda provocarnos. La presencia de una alta concentración de humedad en casa evidencia:
- Problemas de circulación del aire en el hogar. Además, pueden aparecer malos olores en caso de tener las ventanas cerradas mucho tiempo.
- Aislamiento térmico deficiente de la vivienda.
- Posibles daños en las paredes más antiguas y menos preparadas (moho, hongos y manchas, pinturas agrietadas…), así como en el mobiliario y demás enseres personales.
- Impacto potencial en la salud de quienes habitan en el hogar (desarrollo o agravamiento de infecciones respiratorias, alergias, afecciones dermatológicas…).
Todos ellos son factores condicionantes para llevar una vida saludable dentro de nuestra vivienda, y que se manifiestan sobre todo en invierno, cuando pasamos más tiempo en ella. La clave para mitigar estos inconvenientes radica en la prevención, la cual debe iniciarse durante los meses más cálidos del año.
Sin embargo, más allá de constituir un daño estético y una amenaza en ciernes para nuestro bienestar, si no se ataja de raíz, con el paso del tiempo el problema podría afectar al resto de materiales de construcción y, por ende, a la estructura del inmueble, llegando a verse seriamente comprometida.
¿Cuál es la humedad recomendada en casa?
La concentración de agua en el aire es una parte fundamental en lo que respecta a alcanzar el llamado confort térmico que todos buscamos en nuestra vivienda.
Un nivel ideal que, de acuerdo con lo recomendado por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), oscilaría entre el 30 % y el 50 %. Es decir, cuanta mayor temperatura, mayor humedad relativa. Y viceversa.
Pero, si esta es similar en todas las estaciones, ¿por qué siempre se repara más en ella en los meses más fríos? La respuesta es sencilla, ya que esta sensación resulta mucho más difícil de soportar en esta época del año, obligándonos a agregar más capas de ropa a nuestra vestimenta para combatirla.
La proliferación de moho en paredes y techos es uno de los problemas más comunes provocados por la humedad.
Efectos de la humedad en la salud
La saturación de vapor de agua dentro de la vivienda no solo ocasiona inconvenientes en el entorno, sino que también impacta negativamente en la salud de sus habitantes. Esta elevada concentración estimula la proliferación de microorganismos, generando efectos adversos como:
- Presencia de ácaros. Estos insectos microscópicos se encuentran en diversos lugares del hogar (alfombras y moquetas, ropa de cama, colchones, etc.), desencadenando conjuntivitis alérgicas, asma, rinitis, eczemas y dermatitis atópica, entre otras patologías.
- Aparición de moho. Propicia la irritación de las mucosas, provocando ataques de asma y, en casos más graves, enfermedades como bronquitis u opresión torácica.
- Problemas en la sudoración. La exposición a una alta humedad dificulta la regulación térmica del organismo.
- Desequilibrios corporales. La condensación excesiva puede resultar en pérdida de agua y sales, produciendo deshidratación o sobrecalentamiento que se manifieste con calambres, desmayos o agotamiento.
La prevención de estos efectos perjudiciales es esencial para disfrutar de un espacio seguro y confortable.
Existen numerosas opciones sencillas que pueden ayudarte a combatir la condensación en tu vivienda. Entre otras, el uso de humidificadores.
Consejos para evitar la condensación en tu hogar
Si bien es cierto que hay dispositivos que ayudan a reducir la concentración de vapor de agua en el aire, existen otras alternativas clave para evitar las humedades en casa:
- Ventilación de las habitaciones. Abrir las ventanas regularmente y favorecer la entrada de aire renovado es la forma más económica y eficiente de prevenir la condensación, ya que permite regular la temperatura. En zonas muy húmedas y calurosas es recomendable moderar esta práctica, ya que la humedad suele ser aún mayor en el exterior.
- Contar con un deshumidificador. Ideal para eliminar el exceso de vapor de agua en el ambiente sin resecarlo.
- Aislamiento de paredes. El aislamiento térmico es fundamental para combatir esta saturación y proteger de las temperaturas (ya sean muy altas o bajas). Esta solución sencilla te permitirá, además, mejorar la eficiencia energética de tu casa, así como su habitabilidad.
- Pintura térmica. Una buena forma de impedir la proliferación de moho en el interior de la vivienda.
- Utilizar material de limpieza antimoho y fungicidas. En caso de contar ya con moho en algunas estancias se pueden emplear productos caseros y tradicionales como el vinagre blanco, la lejía o el alcohol para hacer que desaparezca este tipo de hongo de las juntas de las baldosas. También se puede recurrir a otros limpiadores especializados.
- No subir demasiado la temperatura del termostato. El aire caliente es más húmedo que el frío, por eso se aconseja que no se suba la temperatura más de lo recomendable, 19 ºC según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).
- Tener un extractor de aire en el baño. Es la zona de la casa más húmeda. Con este sencillo elemento se minimiza el vapor generado tras el baño o la ducha.
- Encender la campana extractora al cocinar. Si además de utilizar este electrodoméstico para aspirar el humo, el calor, la grasa y el vapor del aire, nos acostumbramos a cocinar colocando las tapas a las ollas para que no se evapore el agua en el ambiente cuando está en el punto de ebullición, mucho mejor.
- Evitar demasiadas plantas. Si tienes varias, sobre todo juntas, dentro de casa, se crea un pequeño microclima que aumenta la humedad ambiental.
- Utilizar absorbentes de humedad en armarios y dependencias pequeñas. Este tipo de productos, compuestos por gel de sílice o cloruro de calcio, son muy efectivos para eliminar el exceso de humedad relativa y pueden encontrarse en supermercados.
Implementar estos consejos te permitirá mantener un ambiente seguro y saludable.
La prevención es clave para corregir las elevadas concentraciones de condensación y otros inconvenientes similares que puedan surgir en tu vivienda. Los seguros de hogar están concebidos para proporcionar una protección integral, garantizando tu tranquilidad en todo momento.
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