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El mantenimiento de las instalaciones eléctricas de tu vivienda es imprescindible para garantizar tu seguridad. Conocer los errores más frecuentes te van a ayudar a prevenir cortocircuitos, sobrecargas y otros problemas que podrían afectar gravemente a la fiabilidad del sistema. Por este motivo, hemos preparado un resumen con la información más importante sobre su prevención y detección. Así entenderás los riesgos y qué hacer en cada caso.

Las fallas en instalaciones eléctricas

Cuanto más antigua sea tu casa o menos especializada fuese la mano de obra que hizo el trabajo, más fácil será encontrar fallas en tus instalaciones eléctricas. Según su tipo y gravedad, si no se solucionan a tiempo, pueden acabar produciendo daños irreversibles o incluso daños personales. Las más habituales en los hogares son de carácter secundario, ya que se producen en los sistemas de conexión, en los elementos de control o en el propio diseño del sistema.
Al contrario de lo que ocurre con los edificios públicos o de oficinas, el mantenimiento del sistema eléctrico doméstico no está regulado por ley, pero sigue siendo muy recomendable para garantizar la eficiencia y el buen estado de la instalación. Por ese motivo, incluir en tu póliza de hogar coberturas relacionadas con este tipo de tareas es muy recomendable.

¿Por qué es importante para tu hogar un mantenimiento de las instalaciones eléctricas regular?

Cuando viene un técnico electricista a tu casa a revisar la instalación, su trabajo va a beneficiarte de tres maneras: detectará y reparará las fallas eléctricas, revisará la instalación actual y prevendrá posibles riesgos o deterioros modernizando aquellas partes que se hayan quedado obsoletas. Con esto no solo conseguirás evitar accidentes, sino que también tendrás un consumo más eficiente y ahorrarás dinero.
Por eso es recomendable que un electricista profesional haga una inspección periódica. En un principio, si todo es correcto, solo realizará una inspección visual y una limpieza de tu instalación. Si detecta fallos, tendrá que hacer labores de mantenimiento correctivo destinadas a pequeños arreglos que eviten accidentes, defectos y fallas. Algunas de las tareas más habituales que llevarán a cabo son estas.

  • La revisión y limpieza de la instalación. Para limpiar las partes que acumulan suciedad y que pueden acabar sufriendo un accidente, el técnico cortará la luz y procederá a eliminar el polvo y otros residuos de los enchufes, los tableros de distribución, los interruptores, etc.
  • El mantenimiento del alumbrado. Con la ayuda de aparatos específicos, los electricistas verificarán si el consumo eléctrico de lámparas y bombillas es correcto. Posteriormente pasarán a sustituir las partes dañadas u obsoletas por otras nuevas.
  • El mantenimiento de interruptores, tomacorrientes, enchufes… Se asegurará de que tus enchufes e interruptores están correctamente anclados a la pared y que conducen la electricidad correctamente. También comprobará si se recalientan o sufren algún tipo de daño que obligue a cambiarlos.

Ahora que conoces la importancia del mantenimiento de las instalaciones eléctricas de tu vivienda, solo te queda marcar una fecha para llevarla a cabo. Y no olvides revisar si los posibles fallos derivados de estos sistemas están incluidos en tu seguro del hogar. No solo ahorrarás dinero, sino que estarás más tranquilo.

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