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Una pelea entre hermanos es algo común en todas las familias que tienen más de un hijo. No obstante, las riñas constantes pueden generar frustración y angustia a los padres, sobre todo cuando se trata de adolescentes. Por eso, a continuación queremos darte algunos valiosos consejos para enseñar a los jóvenes a resolver sus diferencias y conflictos. ¡Sigue leyendo!

Consejos para gestionar las peleas de hermanos

La mayoría de los padres desearían que sus hijos no se peleasen nunca… Sin embargo, suele suceder todo lo contrario. Aunque esa circunstancia no tiene por qué ser alarmante: antes de nada, tienes que tener en cuenta que comparten una gran parte de su vida y es normal tener roces y discrepancias.
Como las peleas de hermanos adolescentes son inevitables, hay que extraer su lado positivo: pueden incrementar su empatía y enseñarles a gestionar los conflictos. ¿Cómo puedes potenciar esto?

El conflicto no es negativo

Ante cualquier indicio de conflicto entre hermanos, es habitual que los padres se estresen y se enfaden porque saben cómo van a continuar las cosas. Pero los desencuentros forman parte de la vida y no es conveniente evitarlos, sino saber afrontarlos. Por ello, hay que aprender a resolverlos desde la comprensión y la calma.

Poner el foco en la solución

Desde que son pequeños, has de ayudar a tus hijos a enfocarse en las soluciones, y no en los problemas. Otra forma de enfocar estas situaciones no servirá sino para acrecentar las disputas.

Practicar la escucha activa

Otro de los problemas que encuentran muchos hijos es que sus padres no les prestan la atención que necesitan ni les ayudan a resolver sus problemas, porque creen que no son importantes. Pero una gran parte de los conflictos fraternales se deriva de una ineficaz escucha paterna o materna.

Establecer límites

En casa debe haber una serie de normas muy claras, orientadas a favorecer el amor, el respeto, el compañerismo… Asimismo no deben tolerarse burlas, maltratos o agresiones. Los padres han de ser el mejor ejemplo posible en ese aspecto.

Ayudarles a expresar sus sentimientos

En vez de dejarles actuar por impulso en mitad de un conflicto, hay que enseñarles a identificar y expresar sus sentimientos. Normalmente, la ira esconde una profunda tristeza. Por tanto, si se les enseña a comunicarse aumentará el respeto en la unidad familiar y las peleas no serán tan intensas.

¿Qué no hacer en una pelea entre hermanos?

Además de todo lo anterior es importante que, como padres, no perdáis la paciencia y no tratéis de convencerlos para que sigan jugando sin pelear. Olvídate del chantaje emocional diciéndoles que tú lo pasas mal cuando discuten.
Asimismo, ten presente que es imposible que los padres conozcan todos los pormenores de una situación. Por ello, en vez de juzgar y decidir quién es culpable —lo que a la larga crea mayor rivalidad—, lo que hay que hacer es centrar la atención en el problema y hallar una solución satisfactoria para ambos.
Al final, una pelea entre hermanos no tiene por qué ser tan mala como parece. Si se aprende a gestionarla con calma puede, incluso, aportar valiosas lecciones.

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