Se acerca Nochevieja y en muchos lugares se celebra tirando fuegos artificiales y voladores, algo que para la mayoría de nosotros es un espectáculo hermoso pero para los perros y sus dueños no es la mejor manera de terminar el año.

El miedo a los voladores y fuegos artificiales de los perros es algo normal, al igual que a otros ruidos fuertes como pueden ser los truenos o el sonido del aspirador. Muchas veces este miedo aparece aunque el perro no haya sufrido ninguna experiencia traumática.

Ante esto, los veterinarios recomiendan:

• No castigar al perro. Muchas veces su respuesta ante estos ruidos puede parecer exagerada, pero esto es su respuesta natural al miedo. Si al perro se le refuerza negativamente en estas situaciones provocará que tenga un recuerdo negativo.
• No acariciarlo. Lo mejor que se puede hacer en estos momentos es actuar con normalidad como si no pasase nada. Si en estas situaciones acaricias a tu perro, estarás reforzando esa conducta. Una vez se haya calmado, ya se puede acariciar y hablar al perro premiándole por su nueva conducta más tranquila.
• Dejar que se esconda. Muchos perros en esas situaciones tienden a esconderse mientras dura el ruido. No le obligues a salir, ni le riñas por ello. Deja que se esconda en un lugar que considere seguro y espera a que se calme.
• Consulta a tu veterinario antes de darle medicación. Nunca le des a tu mascota un medicamento que este recetado para personas. Si tienes pensado darle algo para calmar su estado, consulta antes con el veterinario cual sería el mejor medicamento para tu animal. Lo normal será que te recete unas feromonas apaciguadoras que están indicadas para casos de miedos y fobias.

Si ves que este problema va a más y pasa de ser un miedo a convertirse en una fobia, es el momento de que lo empieces a tratar. La fobia puede provocarle ansiedad, taquicardia, hiperventilación y en los casos más extremos un paro cardíaco. Consulta con un especialista la mejor manera de tratarlo y ayudarle a superar este problema.