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Siempre lo hemos conocido como ‘autismo’, pero lo cierto es que es más correcto hablar de ‘trastorno del espectro autista’ (TEA). ¿El motivo? Que existen distintos tipos de autismo y en diferentes grados, ya que se este se mide en función de cómo afecte a tres funciones distintas:

  • Déficit de atención.
  • Problemas a la hora de relacionarse con otras personas.
  • Intereses y comportamientos extraños y muy limitados.

Eso sí, lo realmente importante del TEA es saber identificarlo a tiempo. Por lo general, esta disfunción neurológica se aprecia ya en la infancia, y cuanto antes se detecte, más posibilidades hay de que nuestro hijo lleve una vida lo más normal posible.

Hoy os hablamos de los tipos de autismo, pero también de cómo detectarlo o cómo aprender a diferenciarlo de otras posibles patologías.

Tipos de autismo

Tal y como ya hemos mencionado, existen diferentes tipos de autismo dentro del espectro autista, y son los siguientes.

Autismo

Es con lo que solemos identificar a todo el TEA, pero no es más que una parte del mismo. Suele manifestarse durante los primeros 3 años de vida y los padres son los primeros en darse cuenta de que algo no marcha bien. Los síntomas de autismo en niños de 2 a 3 años suelen ser bastante evidentes:

  • Dificultades a la hora de socializar con otros niños.
  • Extrema dificultad, llegando incluso a la imposibilidad, a la hora de comunicarse.
  • Escasa atención a las tareas que se les proponen, sin importarles para nada la atención que puedan prestarles los padres.

Síndrome de Heller

Al igual que el síndrome de Rett, del que hablaremos a continuación, suele manifestarse en torno a los 2 años de edad, aunque puede extenderse hasta cerca de los 10. El problema de este síndrome no es solo que sea degenerativo y afecte a los mismos aspectos que otros tipos de autismo, sino que el niño puede llegar a ser consciente de la regresión que está sufriendo, lo cual lo hace mucho más duro aún para él.

Síndrome de Rett

Tiene la particularidad de que suele afectar sobre todo a las niñas, que tienden a manifestar esta parte del TEA en torno a los 24 meses de edad. El principal problema de este tipo de síndrome es que afecta al sistema nervioso y es regresivo. Es decir, hace que estas niñas sufran un proceso degenerativo tanto a nivel físico como mental.

Síndrome de Asperger

Este tipo de autismo no resulta fácil de identificar, entre otras cosas, porque afecta únicamente al comportamiento de quien lo sufre. Lo normal es que provoque serias dificultades sociales, lo que afecta tanto en la niñez como en la edad adulta, llegando a imposibilitar el hecho de encontrar trabajo. El afectado por este tipo de autismo suele manifestar dificultades a la hora de comprender ironías y suele ser obsesivo.

Trastorno generalizado del desarrollo no especificado

Aunque generalmente hablamos de cinco tipos de autismo, lo cierto es que el quinto sirve para englobar a todos los pacientes que no encajan en los cuatro anteriores. Manifiestan algunos o todos los principales síntomas del TEA, pero además expresan otros síntomas que no encajan con uno de los grandes grupos ya definidos.

Niños que parecen autistas pero no lo son

A pesar de que hay ciertos patrones comunes a la gran mayoría de la población, cada individuo es un mundo en sí mismo. Por eso hay niños que parecen autistas pero no lo son, y por eso conviene contar con un buen seguro de asistencia familiar que nos ayude a salir de dudas cuanto antes.

Y es que tan importante es saber si nuestro hijo sufre de autismo y en qué parte del TEA se encuentra como definir cualquier otro tipo de problema para poder abordarlo como se debe. Hay diversas disfunciones que pueden confundirse con el autismo, pero no lo son:

  • Trastorno Específico del Lenguaje.
  • Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
  • Mutismo selectivo…

Sea lo que sea lo que le ocurre a nuestro hijo, contar con los mejores especialistas para abordar la situación lo antes posible y con las mejores garantías es absolutamente esencial para su bienestar. 

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