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La música tiene muchos beneficios, estimulan nuestra mente, la creatividad, reducen el estrés y sirven de entretenimiento. Esto es una ventaja que se puede aprovechar si la desarrollamos desde pequeños. El contacto con la música desde la niñez, además de entretener y divertir, puede marcar una diferencia considerable en la formación, educación y desarrollo de las habilidades de los niños.
El contacto con la música, o con un instrumento musical, desde edades muy tempranas, favorece el desarrollo de su sistema motriz y actividad cerebral, a la vez que fomenta su creatividad e imaginación. La iniciación musical puede iniciarse en la propia casa, los niños pueden aprender sonidos y ritmos simplemente si escuchan canciones infantiles o los padres dan palmas mientras suena la canción. Con la vuelta al cole puedes integrar actividades musicales a su rutina para motivarlo y que aprenda algo nuevo. Ya sea cantando, bailando o tocando un instrumento, tienen los siguientes efectos positivos en los niños.

Aumento de la memoria, la atención y la concentración

Al atender a la melodía y a la letra de las canciones, los niños aprenden a recordar y reproducir lo escuchado mientras se divierten cantando. Es una actividad que les encanta y que a la vez refuerza todas estas características

Estimulación de la imaginación y la creatividad

Enfrentarse a una disciplina artística hace que se desarrolle el mundo interior del niño. También aumenta su habilidad para desplegar otras materias de la misma rama, como el dibujo y la pintura. Además, el reconocimiento de patrones rítmicos en una melodía actúa sobre la región creativa y la motivadora del cerebro, impulsando directamente al niño a desarrollar su imaginación.

Refuerzo del lenguaje

Las letras de nuevas canciones aportan palabras y sonidos para que el niño pueda ampliar su vocabulario. De nuevo, cabe mencionar la facilidad para reproducir frases complejas cuando se sigue un ritmo que en otro contexto el niño no utilizaría. La música es también un gran apoyo para el aprendizaje general, por lo que puede ser un recurso didáctico directo.

Estimulación de la imaginación y la creatividad

Enfrentarse a una disciplina artística hace que se desarrolle el mundo interior del niño. También aumenta su habilidad para desplegar otras materias de la misma rama, como el dibujo y la pintura. Además, el reconocimiento de patrones rítmicos en una melodía actúa sobre la región creativa y la motivadora del cerebro, impulsando directamente al niño a desarrollar su imaginación.

Enriquecimiento del intelecto

La evocación de recuerdos relacionados con la música provoca un desarrollo intelectual mayor en el niño. La creación de memorias está relacionada en muchas ocasiones con canciones y hay recuerdos concretos que se despiertan con gran facilidad al volver a escucharlas.

Aumento de la sociabilidad

La música les da la oportunidad de interactuar con otros niños y con adultos, dándoles más ocasiones para desarrollarse en sociedad. Bailes en grupo, grupos de canto o el simple hecho de conocer la misma canción hacen que los niños puedan conocer a más gente y divertirse juntos.

Implantación de rutinas

Al asociar ciertas actividades a música y canciones concretas, el niño se habituará a realizarlas cuando vuelva a escuchar la melodía que relaciona con ellas, haciendo también que se vuelva más disciplinado

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