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Se acaban las vacaciones y te toca volver al trabajo. Vuelven los madrugones, las comidas fuera de casa y los ritmos frenéticos. Por eso, muchas personas hablan del síndrome de la depresión postvacacional.

¿Qué es la depresión postvacacional?

No se trata de una enfermedad o patología, se trata de un “trastorno adaptativo”, es decir, un conjunto de síntomas como el cansancio generalizado, el dolor muscular o alteraciones en el sueño, debido a la vuelta al trabajo tras un periodo largo de descanso.

¿Cómo se supera la depresión postvacacional?

Podemos dividirlo en dos secciones para que consigas afrontarlo de la mejor manera:
Por un lado, la preparación previa:

  • Lo primero que te recomendamos es que te despiertes temprano unos días antes de reincorporarte al trabajo para ir acostumbrando al cuerpo a un nuevo ritmo de forma progresiva.
  • Además, te aconsejamos que no vuelvas directamente de las vacaciones sino que pases unos días previos en tu ciudad antes de volver a la rutina de trabajo.
  • Si tienes la opción, divide tus días de vacaciones en varias fracciones (por ejemplo, irte dos semanas, volver durante una semana y marcharte de nuevo dos semanas más). Esto hará que no se forme tanto contraste y seguirás disfrutando de tus vacaciones.
  • Vuelve con muchas ganas pero siendo realista: no te cargues de trabajo el primer día porque puedes correr el riesgo de saturarte y que no puedas reincorporarte al ritmo de la oficina.

Por otro lado, durante los primeros días es recomendable:

  • Buscar planes de ocio para ir combinándolos con el trabajo, de tal forma que vayas acostumbrándote al ritmo diario.
  • Mantener o volver a la rutina saludable: durante el verano solemos cuidarnos peor, sin embargo, una buena alimentación nos mantendrá preparados para afrontar cualquier nuevo reto laboral.
  •  Apreciar lo que tienes en tu ciudad y en tu entorno, de tal forma que te sientas agradecido y puedas enfrentarte a tus día con una actitud más positiva.
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