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Acaban de finalizar las navidades, pero los excesos que hemos cometido en las comidas de estos días siguen con nosotros en forma de grasa acumulada y kilos de más. Mientras degustábamos el festín de calorías de la cena de Nochebuena, la comida de Navidad o el tradicional roscón de Reyes, no éramos conscientes de que la vuelta a la cruda realidad nos tenía preparada una ropa mucho más estrecha y un par de números más en nuestra báscula. Por eso, como cada inicio de año, debemos tener el tradicional propósito de ponernos en forma y librarnos de esos kilos que nos sobran, pero esta vez de verdad. Te ofrecemos los mejores consejos para que esta vez sí puedas conseguir tu propósito de una forma saludable y equilibrada.

Deshazte de todos los dulces de Navidad que aún queden en casa

No hace falta que los tires, regálalos a algún amigo o familiar que sepas que le encantan. También puedes donarlos a la gente que más lo necesita. Pero si no quieres deshacerte de ellos porque puedes darles salida en cualquier reunión familiar a lo largo del año, guárdalos en un lugar donde no los tengas a la vista, un lugar donde se te ‘olvide’ que están guardados. De esta manera evitarás la tentación de picar dulces con gran carga calórica entre horas. En su lugar, coloca opciones más saludables a la vista como frutas y verduras para que, cuando te entre el gusanillo, puedas optar por un snack más sano para tu cuerpo.

Comienza a practicar un deporte nuevo 

No importa si es en un gimnasio, al aire libre o en tu casa. Lo importante es elegir un tipo de ejercicio que se adapte a tus necesidades físicas y sobre todo que te motive ya que disfrutar de su práctica será fundamental para que no lo abandones a las pocas semanas. Recuerda que lo ideal es practicar algún tipo de ejercicio físico aeróbico moderado al menos tres veces por semana como caminar, correr o montar en bicicleta, que pueden ser buenas opciones para iniciarte. Además, llevar una vida activa en la que optes por ir caminando al trabajo o coger las escaleras en vez de el ascensor a la hora de subir a casa, te ayudará a quemar unas calorías extra cada día.

Lleva una alimentación sana y equilibrada

¡No hagas dieta! La mejor forma que tenemos de cuidar nuestro cuerpo es a través de la alimentación, por eso, consultar a un experto nutricionista o incluso a tu médico será la mejor decisión que puedas tomar para asegurar que te alimentes de manera saludable, optando por alimentos ricos en fibra y proteína como frutas y verduras, sin dejar de lado carnes y pescados. Recuerda que una correcta alimentación debe ser completa y contener todo tipo de alimentos en la medida adecuada.

Establece metas que puedas cumplir a corto plazo

Ponerte pequeñas metas que puedas ir superando poco a poco cada día será la mejor forma de mantener la motivación y no desesperarte si no obtienes grandes resultados en poco tiempo. Recuerda que toda acción tiene un proceso, y que es el tiempo y la constancia los que determinan el éxito de un propósito. Lo más importante es que siempre optes por la opción más saludable y te apoyes en médicos y expertos que puedan orientarte correctamente en tu objetivo.

Motívate

Este reto debes hacerlo por ti y por nadie más, sobre todo hazlo por tu salud ya que tu cuerpo será el gran beneficiado. No debes dejar que la motivación resida en ningún factor externo como otras personas, trabajos, … Tu motivación debe ser querer encontrarte mejor físicamente, verte más guapo/a delante del espejo y mejorar tu salud. De esta manera, mantendrás la motivación a lo largo de todo el proceso y evitarás perderla al más mínimo contratiempo.

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