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Cada 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Alzheimer, tal y como proclamó la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Alzheimer’s Disease International (ADI), en 1994, para reivindicar la importancia de su investigación y promover su prevención, diagnóstico y tratamiento.

Para el año 2050 se estima que el número de personas con Alzheimer ascienda a 131,5 millones en todo el mundo, convirtiéndose en la nueva epidemia del siglo XXI, por lo que este día es una fecha clave, a la que nos sumamos en nuestra apuesta por concienciar y conseguir mejoras para la enfermedad.

Y es que el Alzheimer no impacta únicamente en la persona que la padece. También cambia la vida de sus familiares y entorno que, en ocasiones, son los responsables de atender y cuidar sus necesidades. En este sentido, desde el Grupo Santalucía ponemos especial énfasis en las personas cuidadoras no profesionales con el propósito de mejorar su calidad de vida y bienestar.

A través de la Fundación Pasqual Maragall, desde hace dos años colaboramos en la implementación de grupos terapéuticos para familiares de personas con Alzheimer, con el fin de dotarles de las herramientas necesarias para cuidar de su salud y bienestar, tanto físico como emocional.

En esta misma línea, hemos apoyado el proyecto de atención a personas cuidadoras de Cruz Roja con el objetivo de darles un espacio de respiro en el que puedan realizar actividades distintas del cuidado diario, perfeccionar su formación en la atención de las necesidades de la persona mayor que tienen a su cargo y afrontar con mejores herramientas la situación en la que se encuentran.

Todas estas acciones se enmarcan en el eje estratégico Envejecimiento activo de nuestro Plan “Comprometidos con el entorno”, con el que buscamos construir una visión positiva de las personas mayores, impulsando su sociabilización y desarrollo saludable, y contribuimos a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente al ODS 3, Salud y bienestar y ODS 10, Reducción de las desigualdades.

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