Área privada

La dieta hipocalórica o baja en calorías es útil para perder peso. Si eso es lo que andas buscando, y antes de nada, lo ideal es que acudas a un nutricionista que te recomiende una alimentación equilibrada. No obstante, vamos a explicarte en qué consiste y en qué casos puede ser útil.

La dieta hipocalórica

Combatir el sobrepeso es una tarea que puedes llevar a cabo aumentando tu nivel de actividad física. Así lograrás quemar la grasa corporal y reducir tanto el peso como la talla. Además, combinarlo con una dieta baja en calorías sería lo óptimo. 

Una dieta hipocalórica debe estar acorde con tus condiciones particulares de peso, talla, edad, sexo, estilo de vida y antecedentes médicos. Esta puede resultar beneficiosa para controlar ciertas enfermedades, como el colesterol alto o la diabetes… Pero siempre bajo vigilancia médica.

Características de este tipo de dieta

De lo que se trata es de disminuir la ingesta de grasas y azúcares, limitando también la de carbohidratos. En una situación ideal reducirás aproximadamente dos kilos al mes, sin eliminar alimentos que proporcionan nutrientes esenciales para tu salud. Esto se consigue eliminando trescientas o cuatrocientas calorías diarias durante un periodo prolongado. Así la ingesta calórica será menor que lo que gastas a lo largo del día.

Ten presente que la Organización Mundial de la Salud recomienda consumir al menos cuatrocientos gramos diarios de frutas y vegetales frescos. Aumentando esta cantidad aseguras una ingesta variada, que incluye minerales, oligoelementos, vitaminas y antioxidantes esenciales. Otras medidas útiles son distribuir la ingesta diaria en varias comidas, incluyendo dos o tres meriendas que pueden ser simplemente una pieza de fruta.

Los ultraprocesados son un buen ejemplo de los alimentos que debes evitar, ya que contienen grasas perjudiciales, así como azúcares y harinas refinadas. Las frituras, las salsas embotelladas, los refrescos y la bollería son también perjudiciales si quieres perder peso.

El efecto rebote

Se puede aprender a comer de una manera diferente, más saludable, eliminando ciertos alimentos de poco valor nutricional pero altos en calorías. Habituarte a esta alimentación de forma permanente te ayudará a evitar el temido efecto rebote, por el que ganas los kilos perdidos y algunos más. Este es el resultado negativo que obtienes cuando haces una dieta que va en contra de tu estilo de vida, que no toleras bien y que dura poco tiempo, como sucede con muchas que se ponen de moda.

La dieta hipercalórica

Si necesitas aumentar de peso, puedes iniciar una dieta hipercalórica o alta en calorías. No obstante, ciertas premisas se mantienen igual. En primer lugar, es perjudicial aumentar la ingesta calórica a base de ultraprocesados, frituras y bollería.

Además, en este caso también es conveniente acudir a un nutricionista para que adapte tu dieta hipercalórica de una forma planificada y teniendo en cuenta tus características. Algunos alimentos adecuados para este propósito son el coco, el aguacate, los pescados grasos, los frutos secos y las frutas desecadas, que te brindarán un alto contenido calórico además de un importante valor nutricional.

Tanto la dieta hipocalórica como la hipercalórica pueden ayudarte a verte y sentirte mejor. Eso sí: ten siempre presente que tu salud es lo más importante, ¡y siempre hay profesionales dispuestos a ayudarte!

Esteatosis hepática: Causas, síntomas y tratamiento
Pasaporte Covid: ¿Qué es y cómo funcionará?