Dieta mediterránea contra la obesidad infantil
La obesidad infantil es una de las grandes preocupaciones entre padres y médicos. Y es que la forma en que viven hoy los más pequeños ha cambiado sustancialmente. Realizan menos deporte, las prisas hacen que la alimentación sea descontrolada, el sedentarismo y la vida electrónica… han favorecido a que Europa esté a la cabeza en obesidad infantil.
Y aunque Europa tenga un índice bastante alto, la dieta mediterránea puede ser la clave para terminar con este problema. Los últimos estudios afirman que los niños que siguen esta dieta tienen un 15% de probabilidades menos de sufrir obesidad.
¿Por qué está tan bien considerada?
Estas son algunos puntos claves sobre por qué la dieta mediterránea ha ido aumentando su buena fama en comparación a otras.
- Utilizar el aceite de oliva
El aceite de oliva es la base de la dieta con lo que podrás complementar todos los platos de una forma saludable de origen vegetal.
- Hortalizas y verduras
Principal fuente de vitaminas, minerales y fibra. Las verduras son la base que no debe faltar como acompañamiento en cada comida. Utilizar verduras de temporada ayuda a variar la dieta y a que tus platos sean sabrosos y diferentes en cada estación.
- Alimentos procedentes de cereales
Los productos integrales son ricos en hidratos de carbono, y aportan más de la mitad de la energía diaria que necesitamos. Aquí encontramos el pan, la pasta, los cereales…
- Frutas de temporada
Nos permite consumirlas en su mejor momento y tener una amplia selección durante la época de verano. Una oportunidad para que los más pequeños elijan entre todo tipo de frutas. ¡Y recuerda! Son una buena alternativa para ofrecerles a media mañana o en la merienda.
- Carnes rojas
Este tipo de carnes contienen proteínas, hierro y grasa animal en cantidades variables. Por lo general se recomienda que su consumo sea bajo y como complemento de otros alimentos (verduras, hortalizas…)
- Pescado en abundancia y huevos con moderación
El pescado azul aunque quizás sea uno de los alimentos más complicados para los más pequeños, es uno de los más importantes. Deberíamos consumirlo una o dos veces a la semana ya que sus grasas tienen propiedades que nos ayudan frente a enfermedades cardiovasculares. No se debe abusar con el consumo de los huevos, con tres o cuatro a la semana sería suficiente.
- Beber mucha agua
El agua es fundamental en nuestra dieta. La cantidad recomendada serían 1 o 2 litros diarios. Sabemos que es difícil que un niño consuma tanto líquido, pero podemos compensarlo con zumos bajos en azúcares.
Ayudarles en su educación alimentaria
Ahora que llega el verano y las temperaturas son más calurosas, es el momento ideal para incluir comidas más ligeras y frescas. Introducirles en la dieta más verduras y ensaladas donde poco a poco disfruten comiendo y se acostumbren a este tipo de alimentos.
Ayúdales a hacer 5 comidas al día y consumir al menos un litro de agua. Súmales alguna actividad deportiva y tendrás la clave de una dieta inmejorable. ¿Crees ya que la dieta mediterránea es la opción más saludable?