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Diferencias entre colesterol bueno y malo: cómo mantenerlos en equilibrio

¿Sabías que el colesterol alto es un riesgo silencioso que afecta a personas de todas las edades, no solo a mayores? Mantenerlo bajo control es esencial, como veremos más adelante, para proteger nuestro corazón y evitar sorpresas desagradables.

¿Conoces las diferencias entre colesterol bueno y colesterol malo? Aprende a mantenerlos en equilibrio

A menudo, escuchamos hablar de “colesterol bueno” y “colesterol malo”, pero ¿cuál es la diferencia entre ambos, y por qué es importante mantenerlos equilibrados?

En este artículo, explicaremos qué es el colesterol, la importancia de controlarlo conociendo los niveles ideales para conservar una buena salud cardiovascular. Además, abordaremos los beneficios de una alimentación adecuada y cómo un seguro de Salud puede ayudarte a mejorar el índice de colesterol.

¿Qué son las grasas o lípidos?

Las grasas, también denominadas lípidos, son sustancias ricas en energía. Se almacenan en los adipocitos (células adiposas) y el organismo las puede utilizar cuando se necesitan. La grasa tiene 9 calorías por gramo, el doble que los hidratos de carbono y las proteínas.

Nuestro organismo necesita del consumo diario de grasas. Incorporarlas en la dieta es esencial para la salud, ya que son necesarias para la absorción de ciertas vitaminas, la producción de hormonas y la energía.

Sin embargo, la cantidad precisa varía o será distinta según la edad, el sexo, el nivel de actividad y el estado de salud de cada persona. Consecuentemente, la clave está en elegir fuentes de grasa saludable y consumirlas en las cantidades adecuadas para proteger el corazón y, por ende, el bienestar general. En este contexto, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) recomienda, en línea con la Organización Mundial de la Salud (OMS), un consumo de grasas entre el 30-35 % de la ingesta calórica diaria total.

Todas las grasas están compuestas por ácidos saturados e insaturados. Y según la proporción de unos u otros se denominan “saturadas” o “insaturadas”.

Las grasas saturadas

Se encuentran en los alimentos de origen animal (carnes, embutidos, o leche y derivados). También están presentes en alimentos preparados, aperitivos y bollería, así como en algunas grasas vegetales como el aceite de palma. La recomendación es que las grasas saturadas no excedan el 10 % de las calorías diarias. Esto equivale a unos 22 gramos diarios en una dieta de 2.000 calorías.

Las grasas trans

Las grasas trans o ácidos grasos trans (AGT) son aquellas contenidas en productos industriales procesados como bollería industrial, aperitivos, galletas, palomitas de microondas, helados, algunas margarinas y bolsas de patatas fritas (y resto de snacks), entre otros.

Este tipo de grasa es perjudicial para la salud, debiéndose evitar tanto como sea posible. Para una alimentación sana, la OMS recomienda consumir menos del 1 % de las calorías diarias de grasas trans, es decir, menos de 2 gramos al día en una dieta de 2.000 calorías.

Las grasas insaturadas

Estas grasas “saludables” las podemos localizar en los aceites vegetales (oliva, maíz, girasol, cacahuete, etc.). En el pescado se encuentran mayoritariamente ácidos grasos insaturados. Distinguimos dos tipos de grasas insaturadas:

  • Grasas monoinsaturadas, por ejemplo, el aceite de oliva; aguacate y frutos secos.
  • Grasas poliinsaturadas como el aceite de girasol o de maíz, omega-3 y omega-6, presentes en pescado graso, semillas de lino y nueces. Estas deben constituir la mayor parte de las grasas diarias, ya que ayudan a reducir el colesterol LDL y mejoran la salud cardíaca.

Adoptar una dieta equilibrada, optando por alimentos ricos en fibra como frutas, verduras, legumbres y granos enteros, ayudan a reducir el colesterol “malo” (LDL).

¿Cuál es la función de los lípidos o grasas?

Las grasas son esenciales para la salud ya que aportan la energía necesaria para el funcionamiento de nuestro organismo, al tiempo que aíslan nuestro cuerpo del frío y ayudan a que las vitaminas liposolubles (A, D, E y K) se absorban para ser utilizadas por los distintos tejidos. Además, son un componente fundamental de las vainas de mielina que envuelven los nervios, favoreciendo la transmisión nerviosa.

Por tanto, elegir y consumir grasas saludables, como las monoinsaturadas y poliinsaturadas, es clave para el bienestar cardiovascular y el equilibrio del organismo.

¿Cuáles son los lípidos presentes en nuestra sangre?

Triglicéridos

Son un tipo de grasa que circula por el torrente sanguíneo y constituye la mayor cantidad de grasa corporal, almacenándose en las células adiposas. Podríamos considerarlas, pues, “almacenadores” de energía. Hablaríamos de niveles normales con una tasa menor a 150 mg/dl.

Colesterol

El colesterol es un tipo de grasa presente en las membranas de todas las células del cuerpo. Su papel es muy destacado, puesto que interviene en la producción de ácidos biliares, vitamina D y hormonas; y es transportado unido a las llamadas lipoproteínas.

Así, podemos hablar de una sustancia grasa vital para el funcionamiento de nuestro cuerpo, pero en niveles altos puede ser perjudicial para la salud, aumentando el riesgo de enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares (o ictus).

La mayor parte del colesterol se produce en el hígado. También lo adquirimos a través de la dieta (unos 250-500 mg). De lo que ingerimos absorbemos diariamente el 40 % y el resto es eliminado por las heces.

¿Cuáles son los tipos de colesterol?

Según el tipo de lipoproteínas que lo transportan, hablamos de tres fracciones de colesterol:

Colesterol LDL

Conocido familiarmente como “colesterol malo”. Este tipo de lipoproteína de baja densidad (del inglés, Low-Density Lipoprotein) transporta el colesterol a los tejidos para su utilización. Cuando los niveles de colesterol LDL son demasiado altos, este puede acumularse en las paredes de las arterias, formando placas que estrechan y endurecen los vasos sanguíneos (arteriosclerosis). Por tanto, cuanto mayor sea el nivel de colesterol LDL en sangre, mayor será el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Mantener el colesterol LDL dentro de los niveles recomendados (menos de 100 mg/dl, o incluso por debajo de 70 mg/dl en personas de alto riesgo) es esencial para nuestro corazón y sistema circulatorio.

Colesterol HDL

El también llamado “colesterol bueno” es una lipoproteína de alta densidad que ayuda a transportar el colesterol al hígado para que se proceda a su eliminación.

A diferencia del colesterol LDL, el HDL (High-Density Lipoprotein) protege el sistema cardiovascular al reducir la acumulación de placas en las arterias, lo que ayuda a conservarlas limpias y flexibles, y disminuye el riesgo de enfermedades cardíacas, ictus y patologías afines.

Para tener una buena salud cardiovascular, es ideal que el nivel de colesterol HDL esté por encima de 60 mg/dl, ya que tasas más altas ofrecen una mayor protección para el corazón.

Colesterol VLDL

El colesterol VLDL (Very-Low Density Llipoprotein en inglés), o lipoproteína de muy baja densidad, transporta principalmente los triglicéridos a través del torrente sanguíneo. También es considerado como un colesterol “malo”, ya que contribuye a la formación de placas de ateroma en las arterias, que se endurecen y estrechan (aterosclerosis).

Niveles altos de triglicéridos, unido a valores elevados de LDL y/o bajos de HDL, pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por lo general, el nivel de VLDL debe ser inferior a 30 mg/dl para reducir el riesgo de sufrir este tipo de afecciones o dolencias coronarias.

¿Cuáles son los niveles correctos de colesterol en sangre?

Una correcta concentración de colesterol en sangre es un aspecto básico para tratar de evitar problemas de salud relacionados con el sistema cardiovascular y conservar, como hemos visto, una buena salud. Así, la recomendación general pasa por mantener el colesterol total por debajo de 200 mg/dl.

En cuanto al LDL, es importante que se encuentre en marcadores bajos en personas con enfermedad cardiovascular (inferior a 55 mg/dl). En aquellas sin riesgo debe estabilizarse por debajo de 160 mg/dl.

La Estadística de Defunciones según la Causa de Muerte del INE cifra en 114.865 el número de personas de ambos sexos que perdieron la vida en nuestro país a consecuencia de enfermedades del sistema circulatorio (infartos agudos de miocardio, patologías isquémicas del corazón, insuficiencia cardíaca, afecciones cerebrovasculares, etc.) en 2023.

¿Por qué aumenta el colesterol en sangre?

El colesterol en sangre puede elevarse por varias razones, que incluyen factores de estilo de vida, genética y ciertas condiciones de salud. A continuación, te detallamos las principales causas:

  • Factores genéticos. Hay familias con cifras elevadas de colesterol o triglicéridos y con antecedentes de enfermedades cardiovasculares. Esto es, algunas personas muestran una predisposición genética a producir más colesterol de lo normal o a eliminarlo más lentamente, lo que causa niveles elevados en sangre sin importar su estilo de vida (hipercolesterolemia familiar).
  • Edad. Los niveles de colesterol se incrementan a partir de los 25 años, aunque en la actualidad, es frecuente que haya niños con tasas elevadas debido a una dieta no saludable y la inactividad física.
  • Sexo. Durante el embarazo puede modificarse el perfil lipídico y los niveles de colesterol LDL podrían subir tras la menopausia por el descenso en los estrógenos.
  • Dieta. Los niveles de LDL pueden crecer por el consumo de grasas saturadas.
  • Sobrepeso y obesidad. Los pacientes obesos suelen presentar hipertrigliceridemia (presencia de una concentración de triglicéridos en la sangre superior a 150 mg/dl) y un nivel bajo de HDL.
  • Sedentarismo. El ejercicio es importante en el tratamiento y la prevención de la hipercolesterolemia, esto es, la presencia de niveles elevados de colesterol en la sangre.

Consejos para mejorar los niveles de colesterol

Aquí tienes algunos consejos efectivos para mejorar tus niveles de colesterol y proteger tu salud cardiovascular:

  • Hacer ejercicio regularmente. Durante la actividad física, el cuerpo utiliza los hidratos de carbono, pero después de 20 minutos también se movilizan los depósitos de grasa. Cualquier ejercicio es bueno (caminar, correr, nadar o andar en bicicleta).
  • Consume grasas saludables. Opta por grasas insaturadas como las que se encuentran en el aceite de oliva, aguacates y frutos secos. Al mismo tiempo, evita las grasas trans y limita las grasas saturadas de carnes rojas y lácteos enteros (estas no deberían superar el 6 % de las grasas que ingerimos diariamente). Toma alimentos ricos en omega-3 (pescados como el salmón, la caballa y las sardinas, por ejemplo).
  • Deja de fumar. Puede mejorar tus niveles de HDL.
  • Mantén un peso saludable.
  • Evita el alcohol y, si no es posible, bebe con moderación. La ingesta de bebidas alcohólicas puede elevar los triglicéridos y el colesterol en sangre.
  • Aumenta el consumo de fibra soluble. Alimentos como la avena, las legumbres (lentejas, garbanzos, alubias), frutas (manzanas, peras, cítricos) y verduras son ricos en fibra soluble, lo que puede ayudar a reducir el colesterol LDL.
  • Consume frutos secos. Almendras, nueces y otros frutos secos son buenos aliados para reducir el colesterol. Eso sí: cuidado con las porciones, porque son muy calóricos.
  • Limita los alimentos ricos en azúcares porque también suelen serlo en grasas.
  • Realizar chequeos médicos regulares. Los análisis de colesterol permiten monitorear los niveles y actuar a tiempo si es necesario.

Medicamentos para combatir la dislipemia

Con mucha frecuencia, encontramos casos de personas con dislipemia. O, lo que es lo mismo, un trastorno caracterizado por niveles anormales de lípidos en la sangre, específicamente colesterol y triglicéridos, ya sea por causas genéticas o adquiridas (una dieta alta en grasas saturadas y azúcares, sedentarismo, tabaquismo, y ciertas condiciones médicas como la diabetes o el hipotiroidismo).

Como ya hemos visto con anterioridad, la dislipemia constituye un factor de riesgo importante para enfermedades cardiovasculares.

Así, cuando la dieta y el ejercicio físico no consiguen rebajar los niveles de colesterol, el médico optará por un tratamiento farmacológico, que dependerá de la elevación en sangre de los triglicéridos o del LDL.

En este caso, los medicamentos más utilizados en la actualidad para reducir el colesterol y los triglicéridos son las estatinas.

Beneficios y ventajas de contar con un seguro de Salud para controlar el colesterol

Disponer de un seguro de Salud es fundamental no solo para protegerse ante emergencias médicas, sino también para monitorear y controlar condiciones crónicas como el colesterol alto, que puede conducir a problemas cardiovasculares graves si no se trata adecuadamente.

Si tuviéramos que describir los principales beneficios y ventajas que ofrece un seguro de Salud para controlar el colesterol de manera efectiva, podríamos citar, entre otras:

Acceso a chequeos regulares y pruebas de colesterol

Un seguro médico privado permite realizar chequeos regulares, que son fundamentales para detectar niveles altos de colesterol de manera temprana, evitar complicaciones y, llegado el caso, ajustar los tratamientos en función de los resultados obtenidos en las pruebas.

Consultas con especialistas y asesoramiento personalizado

Una de las mayores ventajas de tener un seguro de Salud es el acceso a especialistas en áreas como cardiología y nutrición. Estos profesionales brindan un enfoque personalizado, evaluando el riesgo cardiovascular de cada persona y sugiriendo estrategias adaptadas. Un cardiólogo puede ofrecer una evaluación profunda del perfil de colesterol, mientras que un nutricionista diseñará un plan de alimentación para reducir el colesterol LDL y aumentar el colesterol HDL.

Cobertura de medicamentos para reducir el colesterol

Para las personas con colesterol alto que no pueden controlarlo solo con cambios en la dieta y el ejercicio, un seguro de Salud proporciona acceso a medicamentos como las estatinas.

Programas de bienestar y educación en salud

Muchas pólizas médicas incluyen programas de bienestar y educación en el ámbito de la salud que enseñan cómo mejorar los niveles de colesterol de forma natural a través de la alimentación, la actividad física y otros cambios en el estilo de vida.

Monitorización continua y atención preventiva

Algunos seguros ofrecen programas de prevención y monitorización continua para personas con alto riesgo de enfermedad cardiovascular. Estos servicios pueden incluir chequeos periódicos y consultas de seguimiento, lo que permite evaluar el progreso y ajustar el plan de tratamiento según sea necesario. Así, los pacientes tendrán la llave para mantener un control constante de su colesterol, reduciendo el riesgo de complicaciones graves.

Conclusión

El equilibrio entre el colesterol “bueno” y el colesterol “malo” es fundamental para la salud cardiovascular. Mantenerlo en niveles óptimos requiere una combinación de alimentación saludable, actividad física y evitar factores de riesgo. Implementar estos cambios no solo te ayudará a conservarlo bajo control, sino que también mejorará tu bienestar general.

Además, si buscas mejorar tus niveles de colesterol, contar con un seguro de Salud es una de las decisiones más inteligentes que puedes tomar para cuidar de tu corazón y tu bienestar a largo plazo.

Dr. Vicente Gil Valdés
Director de Vigilancia de la Salud

 

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Preguntas frecuentes (FAQs) sobre el colesterol

¿Qué es el colesterol y por qué es importante?

El colesterol es una sustancia grasa producida por el hígado y presente en ciertas comidas. Es esencial para funciones corporales como la producción de hormonas y vitamina D, pero niveles elevados pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

¿Cuál es la diferencia entre el colesterol bueno (HDL) y el colesterol malo (LDL)?

El colesterol HDL (bueno) transporta el colesterol desde las arterias hacia el hígado, donde se elimina. El colesterol LDL (malo), en cambio, puede acumularse en las arterias y formar placas que aumentan el riesgo de problemas cardíacos.

¿Cuáles son los niveles ideales de colesterol?

Para adultos, el colesterol total debería estar por debajo de 200 mg/dl, el colesterol LDL menos de 100 mg/dl, y el HDL debería ser superior a 60 mg/dl para proporcionar una protección adecuada contra enfermedades cardíacas.

¿Qué alimentos ayudan a aumentar el colesterol bueno?

Los alimentos como el aceite de oliva, los aguacates, los frutos secos y el pescado graso, como el salmón, pueden ayudar a aumentar el colesterol HDL (bueno).

¿Cómo puede ayudarme un seguro de Salud a controlar mis niveles de colesterol y triglicéridos?

Un seguro de Salud te brinda acceso a recursos y servicios diseñados para ayudarte a mantener tus niveles de colesterol y triglicéridos bajo control. Con cobertura para chequeos regulares, pruebas de laboratorio y consultas con especialistas, puedes monitorear estos indicadores clave y recibir orientación médica personalizada. Además, algunas pólizas medicas privadas incluyen programas de bienestar que ofrecen asesoramiento nutricional, planes de ejercicio y talleres sobre estilos de vida saludables, todos enfocados en mejorar tu salud cardiovascular.

¿Qué cambios en el estilo de vida pueden mejorar los niveles de colesterol?

Incorporar actividad física, mantener una dieta rica en fibra y grasas saludables, evitar fumar, y controlar el peso son cambios clave para mantener los niveles de colesterol en rangos saludables.

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