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La actividad física y el ejercicio durante el embarazo pueden ser beneficiosos, siempre que se practiquen con moderación, de forma regular y sencilla. En la actualidad, el ejercicio físico forma parte del estilo de vida de muchas mujeres, independientemente de su nivel de entrenamiento. Por ello, es ideal que durante el embarazo la mujer tenga una visión amplia y completa de todas las posibilidades para que practicar deporte resulte seguro, tanto para ella como para su bebé.

Beneficios del ejercicio durante el embarazo

En estos últimos años, la cultura del ejercicio físico ha cautivado a mujeres de todas las edades, revolucionando sus hábitos de vida, y aportando numerosos beneficios durante el embarazo. Estos son algunos de los más destacables:

  • Aliviar problemas comunes del embarazo como el dolor de espalda, problemas de postura y estreñimiento.
  • Aumentar la cantidad de oxígeno en tu cuerpo y el de tu bebé.
  • Ayudarte con el esfuerzo del parto.
  • Volver a tu figura de antes de estar embarazada, más rápido y más fácilmente.
  • Fortalecer el sistema cardiovascular.
  • Prevenir estrías, coágulos de sangre y varices.
  • Mejorar la calidad del descanso,
  • Tener más sensación de bienestar y aliviar los cambios de humor y el estrés.

Consejos para hacer ejercicio si estás embarazada

Si estás embarazada y vas a hacer ejercicio debes tener en cuenta una serie de recomendaciones que te van a ayudar a realizar cualquier actividad de una manera mucho más fácil y cómoda.

  • Lo más importante es que la actividad física sea amena y segura.
  • No olvidar hacer ejercicios de calentamiento.
  • Utilizar ropa cómoda y sujetadores adecuados.
  • Evitar los ambientes húmedos y el exceso de calor.
  • Es preferible una actividad regular 3 ó 4 veces por semana que un ejercicio físico intenso y discontinuo.
  • No hay que llegar a cansarse, ni superar los 130-140 latidos por minuto. Un buen método para valorar el cansancio es comprobar si se puede hablar durante el ejercicio sin que falte el aire.
  • No forzarse, hay que tener en cuenta que durante la gestación disminuye la resistencia y la coordinación y aumenta la laxitud articular por lo que existe un mayor riesgo de lesiones.
  • Evitar aquellos ejercicios que deban realizarse estirada boca arriba, ya que esta posición dificulta el retorno venoso y puede provocar mareos.
  • Hidratarse correctamente durante y después del ejercicio.

 

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