Ergonomía en el trabajo
Según su definición la ergonomía es el estudio de la adaptación de las máquinas, muebles y utensilios a la persona que los emplea habitualmente, para lograr una mayor comodidad y eficacia.
Por lo tanto, con la ergonomía se intenta mejorar la salud laboral de los trabajadores y proporcionarles los medios y herramientas adecuados para desempeñar sus funciones sin perjudicar su salud.
A la hora de diseñar un puesto de trabajo, lo primero que se debe tener en cuenta es a la persona. Es muy importante que se coja como referencia el cuerpo humano para diseñar el entorno de trabajo y no esperar a que sean las personas las que tengan que adaptarse.
Contar con un puesto de trabajo adaptado a las personas es beneficiosos tanto para la empresa como para los trabajadores.
- Para la empresa: los trabajadores serán más eficientes y se reducirán las bajas y los absentismos en el puesto de trabajo. Lo que quiere decir que la empresa tendrá menos costes.
- Para el trabajador: trabajaran en un ambiente más sano y saludable.
Una mala adecuación del puesto de trabajo puede provocar en el empleado problemas musculoesqueléticos, trastornos circulatorios, contracturas musculares que se manifiestan habitualmente en la espalda, cuello, muñecas, piernas y tensión ocular.
Las posturas que se mantengan durante la jornada laboral deben ser las correctas. Por ejemplo, cuando se pasa un largo período de tiempo sentado, se debe mantener la espalda recta, una correcta distancia entre el ordenador y el campo de visión, las rodillas y los pies en una correcta posición. En cambio, si se pasan muchas horas de pie, se debe alternar estar postura y adaptar el mostrador a la altura del trabajador.
Todos estos problemas relacionados por las malas posturas en el trabajo pueden ser evitados y corregidos con una correcta adecuación del puesto de trabajo.