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Si hay una característica que define al ser humano desde que nacemos es que somos seres sociales. La comunicación con los demás, la sociabilidad no es sólo un rasgo que va a determinar nuestro carácter y comportamiento con los demás, sino que es una necesidad primaria y fundamental para mejorar y mantener a raya nuestra salud cerebral cognitiva, la memoria y sobre todo la salud física y emocional.
Según las investigaciones presentadas en la última convención anual de la Asociación Americana de Psicología, se calcula que aproximadamente 42.6 millones de adultos estadounidenses mayores de 45 años sufren soledad crónica, y que las pruebas demuestran que el aislamiento social  y la soledad aumentan significativamente el riesgo de mortalidad prematura.  De ahí, en definitiva, la importancia de la comunicación como elemento crucial para nuestro bienestar y supervivencia.
Por eso, a medida que nos vamos haciendo mayores, (bien porque los hijos se van de casa o algún miembro familiar importante o pareja fallece) la soledad y el aislamiento social se convierte en un problema que sobre todo afecta a la tercera edad. Así que para decir un adiós definitivo a la soledad no deseada y recuperar la ilusión y las ganas de disfrutar de la vida en buena compañía, os traemos unos cuantos consejos sencillos y aplicables a nuestro día a día para favorecer el bienestar emocional:

  • Salir a pasear: Cultivar y mantener amistades saliendo todos los días al parque a charlar con amigos o vecinos para no perder las relaciones sociales.
  • La música: Cantar o escuchar música, bailar no sólo alegra y fomenta el buen estado de ánimo sino que ayuda a entrenar la memoria. La musicoterapia es un método infalible para estimular a las personas enfermas de Alzheimer.
  • Cine: Es una actividad que genera empatía entre la película, los personajes y el espectador, te hace sentir acompañado. Además las personas jubiladas disfrutan de descuentos especiales en muchas salas de cine. Un plan perfecto para salir de casa, romper con la rutina y aumentar la autoestima.
  • Jugar a juegos de mesa, asistir a clases de baile, gimnasia, talleres de escritura, informática, idiomas.  Aprovechando que se goza de más tiempo libre un ejercicio muy bueno para estimular la memoria y también a nivel emocional sería por ejemplo escribir un diario, un libro sobre tu vida. Recordar tus éxitos, hacer ejercicio, te hará sentir más feliz.
  • Marcarte retos y metas. Por ejemplo hacer ese viaje que siempre quisiste hacer y nunca tuviste tiempo.

En conclusión: Ser mayor, estar jubilado y tener tiempo libre es un privilegio que hay que aprovechar y disfrutar en buena compañía para tener una vida plena. Así que ¿A qué esperas para poner en práctica estos sencillos consejos?

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