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Según los últimos estudios, uno de cada cinco españoles presenta las condiciones para desarrollar esteatosis hepática, aunque ellos no lo sepan. El motivo es que esta enfermedad es silenciosa hasta sus etapas más avanzadas… Y lo cierto es que se trata de un problema que implica diversos riesgos que conviene tener presentes.

Qué es la esteatosis hepática

En el hígado se almacenan numerosas sustancias que son necesarias para el correcto funcionamiento del organismo. Una de ellas es la grasa o los triglicéridos, por lo que no hay nada de malo o extraño en la presencia de depósitos grasos en este órgano. Sin embargo, la esteatosis de la que estamos hablando recibe también el nombre de hígado graso porque sí que existen situaciones en las que estos depósitos dejan de ser normales.

Podemos afirmar que la enfermedad se produce cuando los volúmenes de grasa en el hígado son demasiado altos y, además, cuando el órgano se encuentra inflamado. Es necesario que concurran las dos condiciones para hablar de la enfermedad.

Causas del hígado graso y síntomas

En efecto, esta enfermedad se diagnostica cuando se observa la presencia de grasa en un hígado inflamado. pero conviene tener claras cuáles son las condiciones que llevan a padecer esta dolencia. Debes prestar tanta atención como a la hora de elegir un seguro de vida o médico.

Hay que tener clara una cosa: si la esteatosis se produce por una alta ingesta alcohólica, el motivo será exclusivamente este, y posiblemente cause una cirrosis. Pero aquí nos vamos a centrar en los casos que no tienen nada que ver con el alcohol. Estas son las causas del hígado graso que te conviene tener presentes.

  • En primer lugar, existe un componente genético como motivo principal de su aparición. Hay genes identificados que se asocian con la enfermedad y que tienen una mayor relevancia en unos pacientes que en otros.
  • La segunda es la obesidad infantil, especialmente entre los 7 y los 11 años. Muchos de los casos de adultos concurren con esta condición.
  • Por último, se ha demostrado que la proliferación de bacterias en el organismo es algo íntimamente relacionado con esta enfermedad.

Entre sus síntomas destacan la fatiga y la debilidad, los niveles elevados de insulina o la incómoda sensación de hinchazón en área central del tronco, justo donde se aloja el hígado. Todo esto convierte a la esteatosis hepática en un verdadero problema.

Cómo tratar el hígado graso

Por desgracia, no existe un tratamiento farmacológico para este problema… Aunque sí que se puede evitar e incluso paliar una vez que ha aparecido. Cualquier experto te aconsejará una combinación alimentos saludables ricos en vitaminas con ejercicio diario.

De hecho, el ejercicio es la clave del tratamiento. No hay que olvidar que el hígado graso termina provocando también problemas coronarios o cuadros de diabetes, por lo que la actividad física es fundamental para evitar problemas serios a largo plazo.

Para concluir, ten en cuenta que la esteatosis hepática es un enemigo silencioso, pero que se puede combatir con los hábitos de vida adecuados. No olvides someterte a revisiones ante el menor síntoma de esta enfermedad.

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