Área privada

Pese a que en España existe la sanidad gratuita y universal, el gasto sanitario familiar tiene un peso importante en el presupuesto mensual de las economías domésticas. Es cierto que puedes ir al médico sin tener que pagar, y que muchos medicamentos están cubiertos por la seguridad social, pero existen otros costes asociados que no cuentan con ningún tipo de subvención.

Una tendencia en aumento

Dependiendo de la autonomía en la que vivas, es posible que hayas experimentado un sistema público colapsado, donde, a pesar de la calidad de los servicios, las listas de espera son interminables y la atención es deficiente. Esta situación ha llevado a muchos hogares a plantearse la contratación de un seguro privado. De hecho, si echas un vistazo a las partidas del gasto privado en salud publicadas por el Ministerio de Sanidad, verás cómo este concepto representa ya un 30 % del total.
Comparando la información más actual con la publicada en el año 2012, el gasto sanitario sigue una tendencia ascendente: en tan solo cuatro años ha crecido un 10 %. Y además del seguro, otras partidas como la salud dental, las gafas o la ortopedia van en aumento y acaban costando mucho dinero a lo largo del año.

Los gastos sanitarios no cubiertos por la Seguridad Social

Más allá de la asistencia médica, también tienes otras necesidades de salud que no cubren ni la Seguridad Social ni muchos seguros privados. A no ser que cuentes con un seguro que te ofrezca descuentos en este tipo de servicios, lo habitual es que pagues el coste completo de las dos limpiezas bucales al año que recomiendan los médicos, por ejemplo. Las principales especialidades en las que no contarás con apoyo económico público son las siguientes.

  • Si tienes hijos pequeños y alguno lleva gafas, sabrás que el presupuesto en materia de oftalmología y óptica se lleva un buen pellizco todos los años. Estos desembolsos son tan importantes y habituales que ocupan el tercer lugar en el ranking de gastos de salud sin subvención. Al contratar un seguro complementario que, aunque no haga frente a la totalidad del pago, te ayude con descuentos o subvencionando una parte, conseguirás ahorrar mucho dinero.
  • Los gastos farmacológicos también son muy relevantes en las economías de las familias. Hay numerosos tratamientos que no están financiados con dinero público. Si tienes problemas tópicos, gástricos, etcétera, puedes necesitar unos cuidados que no cuenten con la ayuda de la Seguridad Social. Por este motivo, cerca del 20 % de gasto en sanidad privada en España corresponde a este tipo de necesidades.
  • Otros conceptos en los que también puedes dejarte una parte importante de tu sueldo son los productos de ortopedia, audífonos o rehabilitaciones y fisioterapia. Si alguno de ellos es necesario para ti, buscar algún seguro que te ofrezca un sistema de copago puede ser una buena inversión.

En suma, si tu objetivo es mantener el gasto sanitario familiar bajo control y sabes que tendrás que hacer frente de manera regular a desembolsos en estos conceptos, la mejor manera de ahorrar es a través de seguros que te ayuden con el pago. ¡No dudes en consultar tus opciones!

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