Gimnasia para mayores
Dicen que quien mueve el cuerpo, mueve el corazón. Por eso, hacer ejercicio de forma habitual es una rutina saludable para cualquier edad y que es recomendable no perder, sobre todo los más mayores, pues mantenerse activo es una forma muy sana de mantenerse joven. Además, la práctica de ejercicio moderado ayuda a evitar la pérdida de masa ósea, la atrofia muscular, previene las enfermedades cardio y cerebrovasculares, también las neurodegenerativas, evita a su vez caídas, al mantener el cuerpo más ágil, pero sobre todo, la práctica de ejercicio hace segregar endorfinas u hormonas de la felicidad, fomenta las relaciones sociales y mejora el descanso. Por tanto, todo ventajas para no pensárselo más y empezar a practicar una rutina de ejercicios adaptada a cada persona y convertirla en hábito saludable para combatir el sedentarismo y ponerse en forma.
Para quien no esté habituado a hacer ejercicio físico es necesario antes seguir ciertos consejos básicos.
- Consultar al médico. Es esencial para saber qué puedes y qué no puedes practicar. Primero debe hacerte unas pruebas analíticas de esfuerzo para saber previamente como está tu estado de salud antes de iniciar cualquier actividad física.
- Moverse. Empezar con ejercicios de 10 minutos al día, que no tienen que ser seguidos y cuando tengas la rutina ir aumentando paulatinamente los periodos de tiempo. Lo importante es ser regular y estar motivado, que sea una tarea que te divierta.
- Observar la frecuencia cardiaca y tu cuerpo en general. De esta manera comprobarás que te encuentras bien y que no sobrepasas las pulsaciones recomendadas. En una persona de 60 años la frecuencia no debe pasar de 170 pulsaciones por minuto.
- Aumentar el ritmo con otras actividades. Tras un mes, puedes aumentar tu sesión práctica de ejercicios con otras actividades como caminar rápido, nadar o ir en bicicleta, siempre eso sí, sin traspasar el número de pulsaciones recomendadas.
- Introducir ejercicio aeróbico. Tres días a la semana alternos durante 45 minutos o si prefieres entre cinco y siete días a la semana sería suficiente con 20 o 30 minutos. Debe hacerse con intensidad moderada.
- Ejercicio de fuerza o anaeróbico. Es recomendable hacerlo 2 o 3 veces por semana, dividiendo la rutina en: parte superior (espalda, pecho y hombros) con movimientos de tirón y empuje. Parte inferior (cuádriceps, glúteos) y zona corazón optando por ejercicios isométricos y no abdominales. Son preferibles tipo planchas o con máquinas específicas que conlleven resistencia pero sin resultar incómodas. Puedes utilizar bandas elásticas, mancuernas, flexiones tipo zancada o sentadilla y hacer entre 15 o 20 repeticiones de cada ejercicio.
- Ejercicio de flexibilidad. Aquí se pueden realizar actividades que implican estiramientos como la danza, yoga, pilates, tai-chi o ejercicios en el agua. Cada estiramiento tiene que durar entre 15 y 30 segundos cada uno con respiración normal.
- Ejercicios de equilibrio. Se adquiere destreza ir seguro y poco a poco. Andar de puntillas, con los talones, mantener un solo apoyo, ayudándose si es necesario con una silla, la pared o un compañero.
¿Te apuntas a practicar ejercicio?