El hipo: causas y remedios
Quién no ha tenido hipo más de una vez en su vida. Este movimiento involuntario del diafragma es de lo más molesto y, en ocasiones, puede durar bastante más de lo que nos gustaría. Para intentar ayudarte y que no te dure más de la cuenta, vamos a ver qué remedios existen y cuáles funcionan.
Causas del hipo
Por norma general, el hipo se produce porque hay una irritación del nervio que regula el diafragma. Las causas más probables de esta irritación son:
- Comer en exceso o demasiado deprisa.
- Tragar aire.
- Situaciones de nervios o ansiedad.
- Por una irritación del estómago o la garganta.
- Sufrir neumonía o alguna patología que irrite los nervios que controlan el diafragma.
- Haber sido intervenido con cirugía abdominal.
Lo más habitual es que el hipo no dure demasiado tiempo, unos minutos suele ser lo habitual. Pero cuando esto no es así y se prolonga durante mucho tiempo, puede ser porque exista otra dolencia previa que tenga como síntoma las contracciones del diafragma. En estos casos, se debe consultar con un especialista.
Remedio contra el hipo
Si navegas por Internet, encontrarás remedios para todos los gustos que puedes probar en algún momento dado. Algunos, aunque no lo parezcan, tienen su razón. A continuación, te vamos a contar algunos de los más habituales.
Los remedios más normales y habituales:
- Estar en apnea el máximo tiempo posible, es decir, aguantar la respiración y luego intentar volver a respirar con normalidad. Este truquillo puede servirte ya que al aguantar la respiración, entra más CO2 en la sangre y se activa el nervio responsablede los movimientos del diafragma.
- Susto. Es el truco más utilizado cuando alguien tiene hipo, pero también uno de los menos efectivos. Y es que, al dar un susto a una persona, la adrenalina aumenta y hace que el diafragma se contraiga y recobre su ritmo normal.
- Beber agua muy fría. El cambio de temperatura estimula el nervio vago que obliga al diafragma a contraerse. Reestableciendo la respiración normal.
Además de los tres mencionados arriba, que son los más habituales, existen otros remedios que también puedes probar si ves que todo falla. Quizás no sean muy efectivos, pero seguro que con alguno te ríes un montón mientras lo pruebas.
- Estornudar o toser.
- Beber de un vaso al revés.
- Dar un golpe en la espalda.
- Colocación de compresas frías en la cara.
Si todos los remedios fallan y el hipo tarda demasiado en quitarse o es algo muy frecuente, te recomendamos que acudas al médico de cabecera. Como decíamos antes, el hipo puede ser un síntoma de otra enfermedad o afección. Ante la duda, consulta con un especialista y olvídate de las preocupaciones.