La importancia de la prevención en la salud dental
En cualquier cuestión relacionada con la salud, la prevención es fundamental, ya que el objetivo fundamental pasa por evitar problemas mayores en el futuro, así como detectar posibles afecciones o enfermedades a tiempo. En el caso de la salud dental no iba a ser diferente.
La importancia de adquirir unos buenos hábitos
El principal objetivo de la prevención es la educación y promover estilos de vida saludables. Por este motivo, a los más pequeños se les educa para que adquieran buenos hábitos en higiene dental así como alimenticios. Informar es fundamental para que se entienda la importancia de adquirir unos correctos hábitos en salud dental, ya que muchas veces se adquieren 'costumbres' incorrectas derivadas de poca información o por no haber recibido una correcta educación al respecto.
Una dieta alimenticia adecuada influye también en tu salud dental, por lo que seguir unos hábitos alimenticios correctos favorecerá a tus dientes. En este sentido, aumentar la ingesta de frutas y verduras hará que evites alimentos que se adhieren a tus dientes y contribuirá a una menor posibilidad de que aparezcan las temidas caries.
El cepillado de dientes, pieza clave en la prevención en salud dental
La clave para mantener una buena salud dental es que tus dientes y encías estén limpios. Es por eso que los odontólogos recomiendan cepillar los dientes 3 veces al día, durante 2-3 minutos cada vez, pasando el cepillo de manera equitativa por todas las zonas. Además, se recomienda utilizar el cepillo interdental o el hilo dental a diario para eliminar la placa que queda en los lugares donde el cepillo no alcanza.
Usar el cepillo eléctrico o manual dependerá de las preferencias de cada usuario, en el caso del cepillo manual, la importancia radica en el uso de una correcta técnica de cepillado, aspecto en el que nuestro odontólogo de confianza nos puede asesorar para indicarnos qué técnica debemos usar en cada caso.
Más vale prevenir que curar
El refrán está en lo cierto porque en salud, más vale prevenir que curar, y es que es mucho mejor invertir en prevención que en tratamientos o intervenciones.
Esto pasa necesariamente por invertir recursos en educación con el objetivo de concienciar a la población de la importancia de prevenir la aparición de una enfermedad de la cavidad oral ya que la repercusión no solo afecta a la boca, sino a nivel sistémico. Además, debemos tener en cuenta que las repercusiones pueden ser estéticas, funcionales o incluso psicológicas.
El gran caballo de batalla de la prevención es que, como tal, no es demasiado atractiva, ya que sus beneficios no se reflejan de manera inmediata, si no que se contemplan a largo plazo y mediante un uso regular.
Visitar regularmente a tu dentista (cada 6 meses o mínimo una vez al año) es esencial para mantener una higiene bucodental adecuada. Además, en la clínica dental, el personal sanitario trabaja para instruir y motivar a los pacientes en el uso de técnicas de cepillado, frecuencia del mismo y diseño del cepillo de dientes adecuados a cada paciente.