Área privada

El fin del invierno nos trae temperaturas suaves, alguna alergia que otra y la llegada de productos frescos llenos de color y sabor pero, ¿sabes cuáles son y qué hacer con ellos? Te pasamos los apuntes para saber qué pedirle a tu frutero:

Strawberry is the new orange

Las fresas son las nuevas naranjas, porque aunque no tengan un aspecto similar, ambas son ricas en vitamina C, un nutriente esencial que actúa como antioxidante y que ayuda a la absorción del hierro.
Y si en tu frutería aún quedan naranjas no las pases por alto, exprimidas son perfectas para hacer una merienda dulce y saludable con zumo de naranja, fresas troceadas y un puntito de azúcar integral de caña. Fresco, delicioso y de temporada.

El guacamole más chido

A finales de mayo la producción nacional de esta exótica fruta hace su aparición estelar en los mercados. Aunque compramos aguacates importados durante todo el año, en estas fechas podemos degustar los cultivados en el sur de la Península, que además de tener un precio mucho más conveniente nos permiten realizar un consumo de proximidad. Tu bolsillo, el medioambiente y tu paladar lo agradecerán.
Añade a la cesta de la compra un par de limones, cebolla morada o tierna, tomates y cilantro para transportarte hasta el lindo y querido México con un bol repleto de guacamole y beneficios para la salud: grasas saludables para bajar los niveles de colesterol “malo”, vitamina A, fibra y una explosión de sabor. Si te atreves con la picante receta original, incorpora a la mezcla un poco de chile serrano o jalapeños.

Mil y un platos con espinacas

Este versátil vegetal admite miles de preparaciones, crudas en ensalada serán las sustitutas perfectas de la lechuga y aportarán un toque crujiente al plato. Para los más clásicos, rehogadas con ajo y taquitos de jamón serrano. También maridan con legumbres como las lentejas o los garbanzos en forma de guisos y potajes tradicionales de esta época. Para los menos fanáticos de “lo verde”, dentro de tortillas o revueltos. Y si te apetece probar una receta sorprendente, cocínalas a baja temperatura en aceite con unas hojas de hierbabuena y un chorrito de leche evaporada.
Toma nota de todas las propiedades nutricionales de estas hojas comestibles: calcio, hierro, potasio, magnesio, fósforo, vitamina A, vitamina E, vitamina K y ácido fólico.

Un kilo de nísperos, por favor

¡No dejes que pasen los días! Este fruto de origen asiático sólo se halla en su esplendor durante dos meses al año.
Además de comerlos a puñados, deshuesados y cortados en trozos aportan un toque similar a la manzana dentro de ensaladas. Horneados en tartas, bizcochos y pasteles aportarán gran jugosidad a la mejor repostería casera y pasados por la plancha son una guarnición ideal para carnes como el pollo, el cerdo o la ternera.
Una ración de nísperos nos ayuda a prevenir el envejecimiento de la piel, el colesterol, las molestias gástricas y la retención de líquidos.

Fútbol vs Alzheimer
Atletismo para todos: pruebas que puedes realizar en familia