Cuando el cuerpo juega malas pasadas
De vida o muerte no son, pero sí nos dan muchos problemas en nuestro día a día. Y es que a veces, nuestro organismo produce sustancias que nos molestan y pueden molestar.
–Halitosis. Una gastroenteritis, una hernia de hiato o encías enfermas, pueden producir mal aliento. El consumo excesivo de alimentos y bebidas fuertes (ajo, café) o sustancias como el tabaco también pueden provocarlo.
Combatirlo: buena higiene bucal, hidratación y reducir la toma de sustancias nocivas. Si el problema persiste, acudir a un especialista.
–Sudor y mal olor corporal. Si bebemos demasiada agua podemos generar demasiado sudor, o por una reacción a determinados fármacos o por otras causas médicas. Si además huele mal, puede ser no por una higiene deficiente, sino por padecer bromhidrosis.
–Gases. Las flatulencias son desagradables por el olor o por la cantidad que expulsamos. Hay que cuidar la dieta y reducir los alimentos que los pueden generar (legumbres, leche, ajo, cebolla, berza, etc.)
–Vello: Mucho, sobre todo en las mujeres, es un problema de causa hormonal, como el hirsutismo. Las técnicas depilatorias, como el láser, suelen ser una solución estética. En el caso de la pérdida del pelo (de la cabeza en especial) por alopecia androgénica, lo mejor es acudir a un especialista para ralentizar el proceso.
–Caspa. Si seguimos una buena higiene capilar y tenemos en exceso puede ser debida a alguna enfermedad de la piel o estrés. Hay que acudir a un especialista.
–Hemorroides. El embarazo, pasarse demasiado tiempo sentado pueden provocarlas. Pueden conllevar picor, dolor… e incluso tener que pasar por quirófano.
–Juanetes. Por un calzado inadecuado (demasiado prieto o tacones de vértigo), por tener pies cavos o planos… que pueden provocar dolor y no solamente un problema estético.