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Hasta hace unos años muchas madres no se preocupaban de lavarles los dientes a sus hijos durante los primeros meses de vida, incluso durante los primeros años. Sin embargo, ahora sabemos de la importancia que tiene saber lavar los dientes a un bebé, que puede evitarnos muchos sustos de salud. 

La higiene bucodental es importante en todas las etapas de nuestra vida, desde la aparición del primer diente de leche, en torno a los seis meses de edad, ¡y hoy vamos a contaros los mejores trucos para hacerlo con éxito!

Cómo lavar la boca de un bebé

El cuidado bucodental del bebé empieza desde el propio embarazo, cuidando de nuestra higiene para no sufrir ningún tipo de problema derivado de esta zona del cuerpo. Durante los primeros meses, en los que un bebé no tiene dientes, no es necesario mantener unas medidas de higiene específicas, pero en cuanto el primer diente asome… ¡hay que cuidarlo de un modo similar a los de los adultos!

Ahora bien, ¿cómo lavar la boca de un bebé que no se deja para nada? Te dejamos algunas buenas ideas para conseguirlo:

  • Lo primero que hay que hacer es tener claro que no pasa nada por mantener la boca de nuestro bebé abierta con un dedo, con suavidad, para ver los dientes con claridad.
  • A esta edad tan tierna, lo mejor es utilizar una gasa húmeda y limpia dos veces al día, tras la primera toma de la mañana y antes de ir a dormir.

Lo normal es que no sea un momento agradable y que el niño se resista. No pasa nada, lo normal es que los lavados nasales tampoco les agraden y hay que hacérselos. De todos modos, estamos ante una etapa pasajera, ya que a partir del primer año la cosa cambia un poco.

Cómo lavar los dientes de un bebé de 1 año

Con la llegada de la primera velita a su tarta de cumpleaños y la proliferación de los dientes de leche podremos empezar a usar cepillos de dientes para bebés con el tamaño y la dureza adecuados, aunque lo mejor es seguir un tiempo con la gasa. Seguirán sin ponérnoslo fácil, pero el hecho de que sus cuerpecitos hayan cambiado nos dará algo más de manga ancha a la hora de saber cómo lavar los dientes a un bebé de esta edad.

  • Lo mejor es sentarles de espaldas a nosotros, ya sea en nuestro regazo o, por ejemplo, en una trona. Desde esta perspectiva resulta más sencillo sujetar al niño y manejarle a nuestro antojo.
  • Elegir una pasta de dientes cuyo sabor les guste siempre facilita el proceso.
  • Hay que tener cuidado con la fuerza que se aplica y asegurarse de que se limpia toda la boca.

Cuando crezcan, la mejor forma de normalizar el lavado de los dientes es hacerlo en familia frente al espejo, que los niños vean que es algo de lo más normal y que hay que hacer sí o sí.

Aún así, por muy bien que lo hagamos, es posible que algunos problemas bucodentales deriven en problemas de salud más graves. Por eso siempre hay que tener las espaldas bien cubiertas con un buen seguro de salud. ¡Todo es poco para mantener a tu familia a salvo de cualquier tipo de problema!

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