Los efectos negativos del alcohol
¿El alcohol es bueno o es malo? ¿Y si se toma con moderación? Es un debate muy controvertido en el que cada persona tiene una opinión.
El alcohol es una sustancia que puede generar adicción y provocar graves enfermedades en todo el organismo. De ahí, la importancia de educar a la población y, sobre todo, a los jóvenes en realizar un consumo responsable y no entender el consumo de alcohol como una actividad de ocio.
Las consecuencias de un consumo excesivo
Un consumo elevado de alcohol puede provocar efectos muy perjudiciales en la salud como:
- Daños en el páncreas, hígado o estómago.
- Incrementa la cantidad de triglicéridos y colesterol en sangre.
- Afecta a los sentidos provocando que no se tenga control del cuerpo.
- Favorece el aumento de peso. Un gramo de alcohol contiene, aproximadamente, 7 calorías vacías.
- Inhibe la absorción de minerales y vitaminas de los alimentos.
- Disminuye la masa ósea dando lugar a problemas en los huesos como osteoporosis y mayor fragilidad.
- Daña las células cerebrales.
- Favorece estados depresivos.
- Dificulta la concentración y aumenta la pérdida de memoria.
- Provoca daños musculares cardíacos.
- Puede dañar el feto durante el embarazo.
¿Cuánto se puede beber?
Es difícil establecer una cantidad diaria recomendada ya que varía mucho de unas personas a otras. Por ejemplo, no tolerará lo mismo una persona corpulenta que otra con una constitución más delgada. También influye el sexo de las personas porque por norma general las mujeres toleran en diferente medida el alcohol que los hombres.
Aunque esto sea así, hay estudios que establecen que la cantidad diaria recomendada para un hombre no debe superar los 25 gramos al día, lo que equivale a tres cañas o dos copas de vino. En el caso de las mujeres la dosis varía a la mitad y se debería consumir dos cañas o una copa de vino al día.
Qué beneficios tiene el alcohol
Aunque el consumo en exceso sea negativo, un consumo responsable y moderado puede aportar beneficios en el organismo.
- Ejerce una potente acción anticoagulante y antiinflamatoria.
- Incrementa los niveles de colesterol HDL o “bueno”.
- Actúa como vasodilatador, lo que ayuda a controlar la tensión arterial.
- Ayuda a regular la glucosa en sangre.