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Está demostrado que a medida que pasa el tiempo, la capacidad de memorizar y recordar se va viendo mermada. Por eso, mantener el cerebro y la mente despierta para conseguir ser más productivos, sobre todo tras las jornadas maratonianas de trabajo, que en ocasiones nos dejan exhaustos, es una tarea a veces difícil de conseguir que exige disciplina y la práctica de ejercicios de entrenamiento, para que nuestra memoria  y en consecuencia, nuestra mente se conserve joven y ágil. Desde aquí os proponemos algunas prácticas o hábitos que benefician y mejoran nuestra memoria.

  1. Ejercicios rápidos de atención y memoria. Una forma de entrenar tu cerebro de forma rápida y que puedes practicar en cualquier momento y lugar son ejercicios en apariencia sencillos pero que exigen concentración. Decir el abecedario al revés, los días de la semana o los meses del año hacia atrás o por orden alfabético, sumar tu fecha de nacimiento, decir dos o tres objetos por cada letra de tu nombre mejoran tu capacidad de atención.
  2. Juegos de memoria. También son ideales los típicos juegos que todos hemos practicado de pequeños como memorizar parejas o números. Todos estos ejercicios ayudan a mejorar y reforzar la capacidad de recordar.
  3. Los videojuegos. Aunque parezca que son juegos sólo dirigidos a niños y adolescentes, lo cierto es que son una herramienta idónea para cualquier adulto que quiera entrenar su memoria. Existen videojuegos específicos que mejoran tu destreza y agilidad mental. Por ejemplo,  a la hora de tener que recordar un recorrido, se mejorar la memoria espacial y de paso trabajamos nuestra coordinación física.
  4. Utilizar la mano que no usamos habitualmente. Cambiar de mano para realizar cualquier actividad, nos obliga a ejercitar partes de nuestro cerebro que por lo general no usamos. Una buena forma de entrenar es escribiendo con la mano zurda  si eres diestro o viceversa.
  5. Fomento de la lectura. Leer permite activar la imaginación y la creatividad de tu cerebro, mejorar tu capacidad de comprensión además de obtener una mayor agilidad y fluidez verbal. Intentar leer aquellos libros que no son de lectura habitual para nosotros, nos permite salir de nuestra zona de confort y obliga a ejercitar nuestro cerebro.
  6. Aprender música e idiomas. Aprender a tocar algún instrumento no sólo nos permite relajarnos sino que además nos obliga a concentrarnos, estimulando nuestra mente y mejorando nuestras capacidades. Lo mismo ocurre cuando aprendemos un nuevo idioma., pues aprender palabras nuevas, tanto en nuestra lengua materna como en otra, es un ejercicio perfecto para trabajar nuestra memoria.
  7. Una buena alimentación. Mantener una dieta sana y equilibrada es una herramienta básica no sólo para mantener tu cuerpo sano sino también para mantener tu cerebro joven más tiempo. Por eso, alimentar tu cerebro  ingiriendo ciertos alimentos, nos sólo aumentará nuestra memoria sino que además favorecerá nuestra capacidad de concentración.
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