¿Cefalea o migraña? Descubre cómo diferenciarlas y tratarlas
Un dolor de cabeza ocasional es molesto, pero cuando se convierte en migraña o cefalea crónica, podría convertir las tareas más simples en un desafío abrumador. Ambos trastornos no son solo “un dolor más”, una “simple molestia”; pueden llegar a ser extremadamente incapacitantes, con un impacto tan significativo capaz de mermar la calidad de vida de las personas, interrumpiendo actividades cotidianas como trabajar, estudiar o disfrutar del tiempo en familia.
Las migrañas y las cefaleas son dos términos que a menudo se confunden, pero representan dolencias diferentes que ‘golpean’ de forma distinta a quienes las padecen. En este artículo, exploraremos en detalle qué son, cómo se diagnostican, sus tipos, causas y tratamientos. Además, te contaremos cómo un seguro de Salud puede convertirse en un gran aliado para combatir estas afecciones neurológicas.
¿Qué son las cefaleas?
Las cefaleas o dolores de cabeza, como se conocen habitualmente, constituyen uno de los trastornos neurológicos más frecuentes y afectan a personas de cualquier edad. La cefalea es, hoy por hoy, una de las razones más frecuentes para visitar al médico. Por su parte, la migraña es un tipo de cefalea.
En general, la cefalea se percibe como una sensación dolorosa en cualquier parte de la cabeza (incluido el cuero cabelludo y la región órbitotemporal), que puede ser de distinta intensidad y que se acompaña, en ocasiones, de otros síntomas.
Un dolor muy común
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que la prevalencia mundial de la cefalea en los adultos es de, aproximadamente, el 50 %. Se calcula que entre la mitad y las tres cuartas partes de las personas con edades comprendidas entre los 18 y los 65 años han sufrido una cefalea en el último año, y el 30 % o más de este grupo ha padecido una migraña.
Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), la migraña afecta a más de cinco millones de personas en nuestro país (un 12 % de la población) y, de ellos, 1,5 millones sufren migraña crónica, llamada así cuando los pacientes experimentan dolor de cabeza 15 o más días al menos durante tres meses, impactando significativamente en la calidad de vida en más del 70 % de estos casos.
Sin embargo, un 40 % de las personas con migraña no han sido diagnosticadas. Y se estima que la mitad de los pacientes se automedican con analgésicos, sin receta ni control por un médico.
Tipos de cefaleas
Las cefaleas se pueden clasificar en dos grandes grupos: cefaleas primarias (sin una enfermedad causal) y cefaleas secundarias (donde hay un trastorno que las causa).
Cefaleas primarias
Una cefalea primaria es un tipo de dolor de cabeza que no está causado por otra enfermedad subyacente o condición médica. En otras palabras, la cefalea es el problema principal, y no es un síntoma de otra patología. Estas dolencias se pueden definir, pues, como trastornos neurológicos en los que los mecanismos que regulan el dolor en el cerebro funcionan de forma anormal.
Entre las cefaleas primarias podemos distinguir:
- Migrañas. Caracterizadas por un dolor pulsátil o palpitante, que generalmente afecta a un lado de la cabeza, aunque puede ser bilateral, y la duración varía entre cuatro y 72 horas. Suelen acompañarse de náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz y/o al sonido. Hay un componente hereditario en las migrañas, y más de la mitad de las personas que las sufren tienen familiares cercanos que también las padecen.
- Cefalea tensional. Es la más frecuente y se describe como una sensación de presión o tensión alrededor de la cabeza, por lo general de intensidad leve a moderada.
- Cefalea en racimos. Menos habitual, pero extremadamente dolorosa. Es percibida como un dolor intenso en la sien o alrededor del ojo, y generalmente tiene una duración inferior a una hora. Se puede acompañar de lagrimeo y caída de un párpado, entre otros síntomas.
Volviendo a los datos compilados por la SEN, de los que se hace eco el digital especializado en salud Gaceta médica, el 74 % de la población española ha padecido o padece algún tipo de cefalea primaria, con una distribución por sexos del 69 % para los varones y del 79 % para las mujeres.
Cefaleas secundarias
Por otro lado, las cefaleas secundarias son aquellas causadas por una alteración o condición subyacente como pueden ser, por ejemplo, fiebre e infecciones, lesiones, problemas vasculares, hipertensión intracraneal, tumores cerebrales, abuso de cafeína o determinados medicamentos, cifras tensionales elevadas, glaucoma, sinusitis, etc.
Muy importante: si una cefalea es severa, aparece de forma súbita o está acompañada de otros síntomas inusuales, puede ser un signo de una afección más grave y requiere atención médica inmediata.
Cefalea del fin de semana
La cefalea del fin de semana es un término que se utiliza para describir dolores de cabeza que tienden a aparecer específicamente durante los días de descanso, como sábados o domingos, cuando las rutinas diarias cambian.
Este malestar suele estar relacionado con factores como modificaciones en los patrones de sueño (dormir más o menos de lo habitual), alimentación (cambios en los horarios de comida, alimentos menos saludables), consumo de alcohol y cafeína (una reducción de su ingesta durante el fin de semana puede motivar un dolor de cabeza por abstinencia) o niveles de estrés (cefaleas causadas por una relajación o alivio de la tensión después de la semana laboral).
Causa de las migrañas
La causa que provoca una migraña no se conoce con exactitud, pero se combinan e interaccionan factores genéticos, neurológicos y ambientales. Parece ser que los estrógenos tienen un papel en su génesis y, por eso, puede ser más frecuente en mujeres. Otros factores que intervienen son el estrés y la ansiedad, algunos alimentos, estímulos sensoriales y cambios en el sueño diario.
Aunque no tienen una cura definitiva, comprender sus causas y factores desencadenantes ayuda a manejarlas de manera más efectiva mediante cambios en el estilo de vida y tratamientos farmacológicos personalizados. Si las migrañas son frecuentes o severas, es importante consultar a un médico para un diagnóstico y tratamiento adecuado.
Diagnóstico
En primer lugar, se debe determinar si la causa de la cefalea es una enfermedad grave. También si se puede tratar de una cefalea secundaria. Y si no encontramos el motivo u origen, indagaremos en el diagnóstico de una cefalea primaria, que suele aparecer en la infancia o en el adulto joven.
El diagnóstico de las cefaleas y migrañas se basa, principalmente, en el examen físico y en el estudio de las características del dolor. Se buscan también los factores que provocan o que agravan la cefalea, como pueden ser los olores, la sensibilidad a la luz (fotofobia), los ruidos y sonidos (fonofobia), determinadas posturas durante el sueño, medicamentos, etc.
Además, algunas personas experimentan “aura” antes o al mismo tiempo del episodio migrañoso, manifestándose como alteraciones visuales o sensoriales (trastornos de la visión, destellos luminosos, acorchamiento de la cara o manos…).
Del mismo modo, conviene señalar que, aunque las cefaleas y migrañas no causan, por lo general, un ictus directamente, ciertos tipos (como las migrañas con aura) o condiciones asociadas pueden aumentar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular en comparación con el resto de la población.
También se recurre a distintas pruebas diagnósticas, entre las cuales encontramos:
- Tonometría (medida de la presión ocular) y estudio del fondo de ojo.
- Resonancia magnética (RM), angioresonancia o la tomografía computarizada (TAC) si se sospecha de una causa secundaria.
- Punción de líquido cefalorraquídeo.
Tratamiento de las cefaleas
El tratamiento de la cefalea está dirigido a la causa que la produce y varía dependiendo del tipo y de la gravedad de esta:
- Cuando se produce el dolor de la migraña, el tratamiento para aliviarlo consiste en la toma de analgésicos, como por ejemplo el paracetamol o el ibuprofeno. También se puede recurrir medicamentos de la familia de los triptanes, que reducen la dilatación de los vasos sanguíneos cerebrales. Cuando la migraña se asocia a náuseas y/o vómitos, se pueden utilizar también los antieméticos.
- Por su parte, si las migrañas son frecuentes e incapacitantes, pueden tratarse de modo preventivo, y en estos casos se emplean los betabloqueantes (por ejemplo, el propranolol), algunos fármacos utilizados en la epilepsia o los antidepresivos.
- En la cefalea tensional se utilizan también los analgésicos y pueden dar resultado la relajación, la fisioterapia y los ejercicios de estiramiento.
En la actualidad se utilizan infiltraciones de botox (toxina botulínica tipo A) en pacientes con migraña crónica. Se inyecta en diferentes puntos de la cabeza, los efectos suelen durar unos tres meses y se obtienen resultados tras varias sesiones de tratamiento.
Los cambios hacia hábitos saludables también pueden ser beneficiosos en la prevención de cefaleas y migrañas: patrones de sueño correctos, dieta equilibrada (evitando el chocolate, los quesos curados y el alcohol, que pueden precipitar el dolor), la práctica de deporte y ejercicio regular y una correcta hidratación.
Importancia de contar con un seguro de Salud para estas dolencias
El dolor de cabeza es un síntoma común que puede ser benigno o una señal de una condición más grave. Así, dada la alta prevalencia y el impacto en la calidad de vida que representan las cefaleas y migrañas, contar con una póliza médica privada ofrece múltiples beneficios. Entre otras ventajas de los seguros de Salud encontramos:
Acceso rápido a especialistas
Posibilidad de consultar con neurólogos y otros profesionales de la salud sin largas listas de espera, recibiendo atención inmediata.
Diagnóstico preciso
Realización de pruebas diagnósticas avanzadas y específicas que permiten identificar el tipo de cefalea, descartar causas subyacentes graves y establecer el tratamiento más adecuado.
Tratamientos personalizados
Acceso ágil a terapias farmacológicas y no farmacológicas, terapias complementarias (fisioterapia, acupuntura o asistencia psicológica…), etc. para este tipo de dolencias, totalmente adaptadas a las necesidades de cada persona.
Programas de prevención y seguimiento
Los seguros de Salud ofrecen programas de seguimiento con especialistas, asegurando un control adecuado de los episodios y ajustes en el tratamiento según sea necesario. Estos planes integrales ayudan a reducir la frecuencia e intensidad de los episodios, mejorando la calidad de vida del paciente.
Conclusión
Aunque migrañas y cefaleas son problemas comunes, sus diferencias son importantes para un correcto diagnóstico y tratamiento. Si experimentas dolores de cabeza frecuentes o incapacitantes, consulta con un especialista. Cuidar tu salud neurológica es fundamental para mantener una buena calidad de vida.
Un seguro de Salud es un excelente aliado para combatir migrañas, cefaleas y otros trastornos afines. Disponer de una póliza privada no solo facilita un diagnóstico temprano y preciso de cefaleas y migrañas, sino que también garantiza acceso a los tratamientos más avanzados y eficaces. En un país como España, donde estas dolencias afectan a una gran parte de la población, disponer de un seguro médico es una inversión en bienestar y tranquilidad.
Dr. Vicente Gil Valdés
Director de Vigilancia de la Salud
Preguntas frecuentes (FAQs) sobre migrañas y cefaleas
¿Cuál es la principal diferencia entre una migraña y una cefalea tensional?
La migraña es un trastorno neurológico que se presenta con dolor pulsátil en un lado de la cabeza, acompañado de náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz o al ruido. En cambio, la cefalea tensional se caracteriza por un dolor opresivo o sensación de banda apretada alrededor de la cabeza, causado principalmente por el estrés o la tensión muscular, sin síntomas asociados como los de la migraña.
¿Cómo puedo saber si mi dolor de cabeza es una migraña?
Si el dolor es intenso, unilateral, dura entre 4 y 72 horas y se acompaña de síntomas como náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz o al sonido, es probable que sea una migraña. También es característico si notas una 'aura' previa al dolor, que incluye alteraciones visuales o sensoriales. Consulta con un médico para un diagnóstico preciso.
¿Qué factores pueden desencadenar una migraña?
Factores comunes que desencadenan migrañas incluyen el estrés, cambios emocionales, alteraciones en el sueño, consumo de ciertos alimentos o bebidas, cambios hormonales (especialmente en mujeres) y factores ambientales como luces brillantes o cambios climáticos.
¿Cómo puede ayudar un seguro de salud en el diagnóstico y tratamiento de migrañas y cefaleas?
Un seguro de Salud facilita el acceso a especialistas, pruebas diagnósticas como resonancias magnéticas o tomografías, y tratamientos adecuados, incluidos medicamentos recetados y terapias, reduciendo los costos y agilizando el manejo eficaz de estas afecciones.
¿Cuándo debo acudir al médico por un dolor de cabeza?
Busca atención médica si el dolor de cabeza es súbito y muy intenso, se acompaña de fiebre, rigidez en el cuello o confusión, es recurrente e interfiere con tus actividades diarias, no mejora con analgésicos comunes o hay cambios significativos en el patrón de tus dolores habituales.
¿Se pueden prevenir las migrañas o las cefaleas?
Sí, puedes prevenirlas llevando un diario para identificar desencadenantes, manteniendo un estilo de vida equilibrado con ejercicio, buena alimentación y descanso adecuado. También puedes evitar el estrés excesivo y practicar técnicas de manejo del estrés. En casos severos, un médico puede recetar medicamentos preventivos.