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La pérdida de olfato se denomina anosmia. Puede tratarse de una situación pasajera o de un problema permanente. También puede ocurrir que experimentes una reducción del sentido; a esa pérdida parcial se la conoce como hiposmia. Descubre qué produce este trastorno otorrinolaringológico, cuáles son las soluciones y cómo afecta a tu vida.

Causas de la anosmia

La anosmia se produce en el momento en el que una obstrucción intranasal o una inflamación evitan el paso de los olores a la zona olfatoria. Incluso se puede dar el caso de que los bulbos o las conexiones centrales estén destruidos. Los traumatismos craneoencefálicos desatan el trastorno en adultos jóvenes, mientras que el alzhéimer y las infecciones virales lo hacen en los mayores. Los resfriados, la sinusitis, las alergias estacionales, algunos medicamentos o cirugías nasales figuran también en la lista de causas.

¿Cómo puede afectar la pérdida de olfato a tu vida?

¿No detectas los olores de los alimentos? Podrías tener complicaciones para degustarlos, así como dificultades para dar al organismo los nutrientes que necesita. Esto podría conducirte a la pérdida de peso, entre otras cosas. Por otro lado, el estado de ánimo también puede verse afectado. Sin el placer que produce comer, tal vez ya no te veas incitado a picar entre horas.

Intoxicaciones o accidentes derivados del trastorno del olfato

Con la anosmia te resultará complicado detectar el deterioro de los alimentos, por lo que deberás permanecer atento a la fecha de caducidad para evitar intoxicaciones. ¿Y si no eres capaz de percibir el humo de un incendio mientras duermes, o el olor de un escape de gas? Como ves, este trastorno también implica posibles consecuencias graves. Si tienes un seguro de salud y este síntoma, lo mejor es que visites a un especialista.

¿Cómo se diagnostica la anosmia?

En la evaluación, que consta de un examen de nariz, cuello y cabeza, se valoran los antecedentes familiares y personales. En algunos casos se efectúan resonancias magnéticas o tomografías computarizadas para determinar si hay anomalías en el cerebro. Posiblemente, también te realicen un análisis de sangre para comprobar si existen deficiencias vitamínicas o algún otro problema de salud.

¿Cómo se trata la pérdida del sentido del olfato?

¿Qué puedes hacer para recuperar el sentido del olfato? Si lo has perdido de manera temporal debido a un resfriado, por ejemplo, volverá por sí solo o si dejas de tomar ese medicamento que produjo este efecto secundario. Si hay inflamaciones en la mucosa, se reducirán con glucocorticoides y aerosoles nasales. Eso sí, el tratamiento podría tener que repetirse años después.
¿Has sufrido lesiones o cirugías que debilitaron los nervios olfativos? Es posible que no vuelvas a percibir los aromas. Si el sentido del olfato vuelve, podría llegar a ser menos potente de lo que era anteriormente. También existen personas que tienen este problema de nacimiento, y a quienes les será imposible recuperarlo; al menos por ahora la tecnología médica no ha alcanzado esas capacidades.
La pérdida de olfato puede ser pasajera o permanente, y está vinculada con el sentido del gusto, que también se resiente. No olvides consultar a tu médico, especialmente si se trata de un síntoma persistente.

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